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-¿Qué tal el cole? -pregunto el azabache antes de darle un mordisco a su hamburguesa.

-Bien, muy bien.

-Pareces un poco desanimado, y cansado ¿Paso algo? -Le pregunto el rubio.

-No, estoy bien. ¿Puedo preguntarles algo?

Vegetta y Willy quienes se encontraban mas cerca del niño se miraron el uno al otro y finalmente asintieron.  

-¿Quién es mi padre y dónde esta? ¿Por qué no esta con mamá?

Alexby casi se atraganta al escuchar las preguntas. Vegetta abrió la boca como si fuera a decir algo, pero no encontró palabras para responder. Fargan trago saliva y desvió la mirada.

-¿Y si mejor se lo preguntas a tu madre? -dijo Lolito relajado.

-Nunca quiere hablar del tema, ustedes son mi única esperanza -mintió.

-Es muy complicado. Debes hablarlo con ella - Vegetta se rascó la nuca.

Roier intento protestar pero en ese momento escucho la puerta abrirse y en meno de un minuto entró su madre junto al que era su novio, un hombre alto, cabello negro con un mecho amarillo y uno que otro piercing. 

-Justo a tiempo... -susurró IlloJuan que ya había acabado su hamburguesa.

-Hola chicos. Hola mi niño -dijo Luzu mientras le daba un beso en la mejilla a su hijo.

-Hola mamá.

Juan solo seguía viendo los zapatos. Estaba tan emocionado de saber que estaba a poco centímetros de su madre, a la que tanto anhelaba conocer, y al mismo tiempo tenia que conformarse con solo ver sus zapatos.

-¿Quieres cenar con nosotros, Auron? -la castaña lo invito al ver que había hamburguesas suficientes para todos.

-Me encantaría, pero me he quedado por razón y me alegra que todos estén aquí porque es importante.

Roier empezó a rezar en su interior para que el de mechón amarrillo dijese que se marcharía de Karmaland y no volvería.

Pero no fue así.

Auron tomo las mano de Luzu entre las suyas ante la mirada de sus amigos y su hijo. Todos empezaron a sospechar lo que vendría a continuación, menos Juan, que solo veía sus pies.

-Luzu... llevamos mucho tiempo juntos -empezó con una sonrisa tímida. -Has estado a mi lado durante años, en las buenas y en las malas, igual que yo siempre he estado ahí para ti. Y me gustaría seguir a tu lado, si me lo permites. Porque durante todo este tiempo, siempre te he amado mas que a ninguna otra mujer. Por eso, Luzu... -la recién nombrada se puso nerviosa, y mas al ver que Auron sacaba una cajita roja de su bolsillo.

Y cuando Auron se puso de rodillas frente a ella, Juan también se dio cuenta de lo que estaba pasando.

-me gustaría que fueses mi esposa.

La sala fue invadida por un incomodo silencio. Los héroes miraban perplejos a los protagonistas de aquella escena esperando la respuesta. Los niños también esperaban a ver que sucedería. Por dentro ambos se repetían una y otra vez que dijera que no.

Luzu estaba sorprendida como ellos, aquello la tomo desprevenida. Hace tiempo habían hablado del tema y ella le había dejado claro que no pensaba volver a casarse, pero últimamente las cosas habían ido tan bien ellos que Auron pensó que talvez aceptaría.

-Auron, yo...

No puede ser, ¿se lo esta pensando? ¿Le va a decir que si? No por favor... -pensaba Roier.

-¡No lo hagas mamá! -grito Juan mientras salía de su escondite.

Roier se tapo la boca al ver que su hermano se delataba.

Y si la propuesta había dejado a todos con la boca abierta, ver aquello hizo que se les fuera el alma. La cajita con el anillo cayó al suelo. El niño se paro en medio de todos se dirigió a Luzu con una mirada suplicante.

-No te cases, por favor.

-No puede ser... -la castaña se llevó la mano temblorosa a los labios, estaba a punto de llorar.

Antes de que alguien mas pudiese reaccionar a todo lo que estaba pasando, alguien llamo a la puerta.


Malentendido-LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora