Quackity estaba sentado en un banco que había frente a la casa de Luzu. Su humor había empeorado considerablemente durante el transcurso de la noche y en esos momentos se sentía como un viejo amargado. Al mismo un sentimiento de culpa por no haberse quedado un rato mas con Roier antes de que ésta se fuera a dormir llevaba ya un rato torturándole.
Y luego estaba lo de Luzu. Tantos años y no había conseguido olvidarla, aunque tampoco le había perdonado por todo lo que paso entre ellos, y que consideraba que había sido sobre todo por culpa de ella.
Vio a través de la ventana a Foolish y a Vegetta tumbados en el sofá viendo la televisión. Los demás salieron, algunos se fueron a dormir igual que los niños. Eso si, habían insistido en dormir en la misma habitación para charlar un poco mas, así que llevaron otro colchón a la habitación de la pequeña.
La puerta de la casa se abrió y Luzu salió en silencio. se acerco lentamente hasta el banco donde estaba Quackity y sin preguntar se sentó junto a el. Por un momento creyó que seguramente se marcharía, pero él no movió ni un musculo.
-Como han crecido... -comento Luzu para romper el silencio. -Pronto serán dos adolescentes.
-Ya ves, el tiempo pasa volando. Y dime, ¿Cómo te van las cosas con Auron? -el tono con el que el pelinegro formulo la pregunta no paso desapercibido para la mujer.
-No me puedo quejar. Aunque supongo que no tan bien como tu relación con Rubí. Te falto tempo para correr a sus brazos -Quackity arrugo la nariz al escucharla.
-No eres la indicada para decir eso después de lo que hiciste.
-¿Lo que yo hice? Olvidas que fuiste tú el que fue a acostarse con esa a la mínima oportunidad que tuviste.
-Para cuando eso paso tú ya llevabas tiempo acostándote con ese idio...
La bofetada resonó en toda la calle. Luzu se levanto con los ojos llenos de lagrimas, mas no derramo ninguna. No le iba a dar ese gusto.
-Nunca mas vuelvas a decir eso -dijo con la voz rota. -Ahórrate tus falsas acusaciones porque no estoy dispuesta a soportarlas de nuevo.
Quackity también se levanto listo para seguir con la discusión, pero Luzu no se quedo a escucharle. Le dio la espalda y se fue de vuelta su casa dejando al pelinegro enojado.
-¡La verdad duele! ¿no? -le gritó, pero ella entro en la casa sin siquiera mirarlo una vez mas.
Quackity se paso la mano por el cabello y resoplo frustrado y furioso, aunque ya no estaba tan seguro de si consigo mismo o con ella. Empezó a arrepentirse de lo que le dijo. Camino unos pasos en dirección a la parada de autobús y, pasados unos minutos, la furia comenzó a esfumarse para dejar paso a un sentimiento de tristeza que le nublo la vista por un momento. ''Pero a mi me duele mas'' -pensó. Apretó los puños y golpeo el árbol que había junto a la parada para desahogarse, dejando sus nudillos lastimados.
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