*⁠.⁠✧ ~ my sweetest melodies'' - akikasa 🌟🥞

♡- 11!

- ☆"

Me encontraba acostado en el sillón de la sala de mi casa. No había ido a clases ese día ya que por un suceso que estaba pasando en el colegio nos habían dado el día libre. Saki se encontraba con sus amigas para aprovechar ese día, mientras que mis padres trabajaban, en cuánto a mi, mis padres dijeron que debía de quedarme así no dejaba la casa sola y aprovechaba un poco para estudiar por mi cuenta, como siempre.
Les hice caso a mis padres, pero ya había gastado esas horas de estudio durante toda la mañana, haciendo que la tarde me quede libre.

No sabía que hacer, estaba completamente aburrido. Traté de pensar en la banda y en nuestra próxima práctica, en la canción que estabamos preparando y me puse a pensar:

"¿Podría agregar algunas ideas por mi cuenta?"

Bueno, mala idea no era. Me senté y seguí pensando: Quizas hacerlo por mi cuenta es algo egoísta, podría invitar a alguien de la banda mientras mis padres y Saki no están casa, quizás Toya...

¡Así es! Toya era el indicado.

Lo llamé, entusiasmado por compartirle mi idea.

- ¿Alo, Tsukasa?

- ¡Hola Toya! ¿Como te encuentras?

- Bien, algo aburrido.

- Entiendo, jeje. ¿Estás libre en este momento, no?

Fui directo al punto.

- Así es ¿Porque preguntas?

Empecé a jugar con los mechones de mi pelo mientras hablabamos.

- Pues, pensaba que podríamos aprovechar el día para progresar un poco con la canción juntos, solo plasmar ideas y después en la siguiente práctica decirselas a An y Akito.

- Mhm, bueno, quizás estaría bien. Espérame quince minutos, ya voy para allá.

- ¡Excelente! Te espero.

Colgué, y fuí rápidamente a buscar algunas cosas útiles para el momento. Una libreta en donde escribiríamos nuestras ideas, lápices para plasmarlas, goma para borrar lo necesario, y otras cosas.

Dejé todo en la mesa de la sala, y me dirigí a la cocina para calentar el agua ¿Una taza de té haría bien para el momento, no?

Cuando ya tenía el té pronto, el timbre de mi casa sonó, dandome la señal de que mi amigo ya había llegado.
Fui rápidamente a abrirle.

- ¡Toya! Sea bienvenido.

Me aparté del camino e hice una reverencia para que mi amigo pudiera pasar.

- "¿Sea?" Creo que la actuación te ha afectado mucho a la cabeza.

- ¡Hey! Quizás un poco pero...

Toya se rió de mi y se sentó, dejando una mochila que traía, a su lado.

- No traje mi bajo ya que recién vamos por la letra.

- Entiendo, no te preocupes, nisiquiera ibamos a tocar así que tranquilo.

Le respondí, sonríendo y con una bandeja en mis manos, la cuál traía dos tazas y una tetera de cerámica.

- ¿Gustarías un poco de té, Toya?

- No vendría mal supongo.

Le serví en su taza respectiva y también en la mía, el tomó un sorbo y me preguntó.

- Bueno, ¿Que ideas tienes propuestas para la canción?

¡Cierto! Abrí mi libreta con algunas cosas ya escritas desde antes.