Voy a ir al infierno. Estoy seguro de que él mismo me llevará. Felix tiene un genio de mil demonios, es la única cosa sobre él que no sabía, pero estoy feliz de haberlo descubierto.
Me entusiasma.
Inclinó la maceta y sacó la llave que está escondida debajo. Abro la puerta de su casa, vuelvo a dejar la llave y entro mientras el reloj del abuelo suena para indicar que son las cinco de la mañana. Con suerte, todos estarán durmiendo.
Se lo diré mañana. Lo llevaré a casa de mi padre, es decir, mi casa, y le mostraré... No, debería escribirle una carta para expresarme con más facilidad. No. ¡Mierda! No lo aceptará. No lo dejará correr. Me odiará y me dejará de hablar, y mi vida estará vacía sin él.
Tengo dos opciones: decírselo o irme. Y la posibilidad de que haga precisamente eso, acobardarme y cortar y correr, es la única razón por la que no lo invito a salir. La única razón por la que no le apartó las malditas manos a Taeyong y no le meto un puñetazo en el estómago cada vez que lo toca. No puedo robarle el baile de graduación y los amigos cuando sé que no estaré aquí para recoger los pedazos. Me iré o él me echará.
¿Cómo le dices a tu amigo, a tu mejor amigo, que has estado jugando con él como una marioneta? ¿Que no tenía ni idea de que el chico que se lo folló el viernes por la noche era el amigo con el que creció?
Todo se ha salido de madre.
Cierro la puerta, soltando suavemente el pomo para evitar alertar a cualquiera que pueda estar despierto de que alguien está entrando en su casa. Observó la planta baja, no veo ni escucho a nadie, así que corro escalera arriba, con pasos ligeros y rápidos. Giro a la derecha, agarró el pomo del dormitorio de Felix y abro la puerta, pero escucho un grito ahogado y lo veo gateando en la cama, cubriéndose el pecho con la sábana mientras se sienta.
Entrecierro los ojos, sorprendido de que ya esté despierto mientras cierro y trabo la puerta. Solo pretendía acostarme a su lado, saborear la sensación durante un rato. Nuestros días pueden estar contados.
—¿Qué estás haciendo? —susurra—. ¿Cómo has entrado?
—De la misma manera que la última vez —respondo, caminando hacia la cama—. Hay una llave de repuesto debajo de una maceta. Él pone los ojos en blanco, probablemente ante la estupidez de su madre. Dejo que mis ojos vaguen por su cuerpo, deleitándome con su pierna desnuda, y cuando vuelvo a mirar hacia arriba, veo la curva de su cadera, completamente expuesta, y el costado de su torso, visible a través de su camiseta cortada.
Me agacho, levantó la sábana y veo que no tiene nada abajo: ni pantalones de pijama, ni ropa interior... Me quita la sábana para cubrirse, un rubor rosado cruza sus mejillas.
—¿Por qué estás desnudo? —Me enderezo, la sospecha recorre mi piel.
No espero una respuesta. Camino hacia el armario y abro las puertas, ¿a quién diablos tiene aquí? Obviamente estaba despierto y se asustó cuando abrí la puerta.
—No hay nadie —asegura—. Estoy solo.
Miro alrededor de la habitación, notando que no hay otros escondites. Excepto... Me arrodillo y le levanto la colcha para mirar debajo de la cama. Nada. ¿Por qué diablos está desnudo entonces?
Me levanto, enarcando una ceja mientras él se mueve nerviosamente. Y luego se me ocurre una idea. Tomo la sábana de nuevo, se la quito de un tirón y su gemido cae en oídos sordos cuando veo un vibrador negro. Mi pulso se acelera y siento que mi polla se hincha al instante.
Esconde las manos detrás de su espalda, sosteniéndose con las rodillas, y se muerde el labio, apartando sus ojos avergonzados. No puedo contener una sonrisa divertida. Me inclino y agarro el cordón con un dedo, levantándolo, el huevo negro cuelga en el aire.
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𝙏𝙚𝙡𝙡 𝙈𝙚 𝙒𝙝𝙤 𝙔𝙤𝙪 𝘼𝙧𝙚 // 𝙏𝙈: 𝙒𝙔𝙍 - HYUNLIX
Фанфик𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐥𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐱𝐩𝐥í𝐜𝐢𝐭𝐨 𝐲 𝐯𝐢𝐨𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐟í𝐬𝐢𝐜𝐚 𝐲 𝐯𝐞𝐫𝐛𝐚𝐥. 𝐋𝐞𝐞𝐫 𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐯𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐢𝐚 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐬𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝.