8 - Hyunjin

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—La estás liando —dice una voz divertida detrás de mí.

Vuelvo la cabeza para ver a Felix de pie junto a su taquilla abierta, sonriendo. Aparto la mano de la nuca y tiro el papel mojado a la basura que hay junto a la fuente de agua. Aunque pensé que no me importaría tener escrito en el cuello "Idiota, imbécil, capullo, gilipollas", me equivoqué. Me siento como un imbécil.

Él se da vuelta, mete la mano en su taquilla y saca un largo trozo de tela.

—¿Quieres que te preste una bufanda?

Se ríe y arqueo una ceja; no me hace gracia. Echo un vistazo a su taquilla, veo el frasco que le prestó al conserje esta mañana y me acerco.

—Quitaesmalte. Ahora.

Se cruza de brazos y se queda frente a su taquilla, sin moverse. —No me toques las narices. —Extiendo la mano—. Hemos sido civilizados, pero me estás tentando a armar un escándalo.

Él tuerce los labios y suelta un suspiro.

—Vale. Tengo que elegir mis batallas, supongo.

Se vuelve y saca el frasco para lanzármelo. Lo agarro y le quitó la tapa, y rápidamente le arrebató la bufanda de las manos.

—¡Oye!

Pero llega tarde. Vierto un poco de acetona sobre la suave tela beige y la uso para frotar las letras que hay en mi nuca.

—¡Idiota! —grita—. ¡Es de cachemira!

Apartó la bufanda de mi cuello impregnada de tinta negra.

Debo de haber retirado la mayor parte, creo.

—Sí. —Le lanzó la bufanda y tapó el frasco—. Funciona muy bien. Gracias.

Vuelve el rostro, angustiado, y sostiene la bufanda con ambas manos, inspeccionando los desperfectos. Dejo el quitaesmalte en el estante y me alejo antes que nos dé tiempo de volver a enzarzarnos. Lo escucho soltar un gruñido detrás de mí y cerrar su taquilla de golpe mientras me dirijo al exterior.

Tengo que dejar de picarlo, a pesar de lo mucho que me divierte. Provocarlo es demasiado fácil. ¿Por qué, cuando entro en este edificio, el primer pensamiento que me viene a la mente es él y no la verdadera razón por la que estoy aquí?

Si no hubiera descubierto mi escondrijo en La Cala y no me hubiera robado, es posible que jamás me hubiera cruzado en su camino. Tal vez hubiéramos compartido algunas mismas clases mientras yo acechaba en silencio, esperando ocuparme de los asuntos, pero nunca fue mi intención...

No. Eso no es verdad. Sabía que pasaría esto y era consciente de la tentación en la que me estaba metiendo. Era consciente de que Felix estudiaba en este instituto, de que lo vería y lo oiría, y de que mi atención se centraría en él, porque a pesar de todo no sería capaz de contener mi curiosidad. Cuando descubrí que era popular y además nada original, me enfadé. Me había engañado, mi ángel era una mentira. Hasta ayer en el aparcamiento cuando me devolvió el golpe.

Ese es mi Felix.

Y quiero verlo más.

Saco las llaves y miro a mi alrededor, revisando las ventanas de la casa. No vi el coche de mi padre en el camino de entrada, pero podría estar en el garaje. Dado que tiene tiendas de antigüedades en la costa, su horario es flexible. Puede pasar fuera todo el día o estar en casa en cualquier momento.

Abro la puerta de la casa de invitados y la cierro tras de mí. Es mediodía, pero tapé la mayoría de las ventanas cuando me mudé aquí después de la muerte de Yeji. Sacó la linterna y la enciendo. No quiero que mi padre vea las luces del techo.

𝙏𝙚𝙡𝙡 𝙈𝙚 𝙒𝙝𝙤 𝙔𝙤𝙪 𝘼𝙧𝙚 // 𝙏𝙈: 𝙒𝙔𝙍 - HYUNLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora