𝙏𝙚𝙡𝙡 𝙈𝙚 𝙒𝙝𝙤 𝙔𝙤𝙪 𝘼𝙧𝙚 // 𝙏𝙈: 𝙒𝙔𝙍 - HYUNLIX

4 - Felix

—Voy a Banana Republic. —Ten engancha un brazo alrededor de mi cuello—. ¿Quieres venir?

Niego con la cabeza y giro a la izquierda por el pasillo.

—Tengo que llegar pronto a casa, me toca preparar la cena esta noche.

El instituto está vacío. Acabamos de terminar el entrenamiento y mientras los demás se están duchando y preparándose para salir, yo todavía estoy en pantalones cortos, y una camiseta sin mangas. Solo quiero salir de aquí. Lo que pasó al mediodía me hizo descarrilar y necesito volver a centrarme.

El chico nuevo, Sam, es todo un personaje, y tuve que apagar el móvil para ignorar las notificaciones de Facebook después del almuerzo. Gracias a Dios, a nadie le dio tiempo de inmortalizar cómo me tiró de culo en la cafetería, pero Jisung publicó un meme y me etiquetó.

Por supuesto, era "solo una broma".

Ya, claro. De todos modos, necesito llegar a casa.

Terminé los deberes de Matemáticas a la hora de comer, pero todavía tengo algunas tareas pendientes.

—Hala. ¿Esa es tu taquilla? —Oigo decir a Ten.

Miro hacia el pasillo y veo mis pertenencias desparramadas por el suelo. Ten me suelta, y los dos corremos hacia allí cuando vemos la puerta de mi taquilla colgando y doblada, como si la hubieran abierto con una palanca o algo así.

¿Qué narices ha pasado?

Me arrodillo, mis pulmones se vacían mientras examino mi ropa, mi iPod y una montaña de papeles que emergen de las carpetas en las que estaban cuidadosamente organizados.

—¿Falta algo? —pregunta Ten.

Abro la puerta de par en par y examinó el contenido restante. Los estantes rosas y la lamparita que he instalado todavía están ahí, así como mi paraguas y mi chaqueta de lana que guardo por si acaso. Me arrodillo, examinó los artículos del suelo y veo todos mis libros, así como los Louboutin y las blusas que le oculto a mi madre.

—Me parece que no —digo sin aliento, todavía confundido.

Miro a mi alrededor con nerviosismo y descubro que ninguna otra taquilla ha sido vandalizada.

—¿Qué significará esto? —dice Ten.

—¿El qué? —Sigo su mirada.

Cierra la puerta de mi taquilla y me muestra la palabra escrita en rotulador negro.

"Vacío."

Lo miro, confundido.

Siento los pulmones pesados y busco en mi cerebro, tratando de averiguar qué diablos está pasando.

¿Vacío? ¿Y por qué solo mi taquilla?

Recojo todas mis pertenencias y las meto en mi bolsa de lona, aterrado por que alguien estuviera tocándolas mientras yo entrenaba. La directora ya no está, así que tendré que esperar a mañana para denunciarlo.

Me pongo mi chaqueta de lana negra, me dirijo al aparcamiento con Ten y subo a mi coche mientras él se sube al suyo. Cierro las puertas de inmediato.

Mañana también tendré que cambiar de taquilla. No puedo acarrear toda esta mierda todos los días, incluso aunque solo quede un poco más de un mes de clases.

Maldita sea, ¿quién se atrevería a hurgar en mis cosas? No le caigo bien a todo el mundo, de hecho, Ten probablemente sea la única persona que no tenga un motivo para cabrearme, pero nadie me odia tanto. ¿Y si vuelve a pasar?

Conduzco rápidamente a casa y entró en el camino de entrada, aparco en el garaje y no veo otros coches. Probablemente mi hermana todavía esté en clase y el coche de mi madre esté en el aeropuerto, esperándola para cuando vuelva mañana por la mañana.