Me siento como si me hubiese vapuleado un tornado. Tengo agujetas en los músculos del brazo, me duele el cuello, tengo moretones en las caderas y en el trasero... Fue divertido mientras sucedía anoche, pero despertarme esta mañana con dolor por todas partes no lo era.
Aparco en el instituto y gruño mientras salgo del Jeep con cautela. Pasamos despiertos la mitad de la noche y, aunque no estoy nada cansado, lamento no haberme quedado toda la mañana metido en la bañera. Esta tarde tengo clase de natación y me he olvidado las aspirinas en casa.
Busco en la parte trasera del coche la bolsa donde llevo el bañador y una muda limpia. Esta mañana, Hyunjin me llevó al instituto para recoger mi Jeep y luego se fue a La Cala a recoger sus cosas mientras yo iba a casa a ducharme. No estoy seguro de si va a venir a clase hoy, pero entonces siento que unas manos me rodean la cintura y me estremezco cuando un susurro golpea mi oído desde atrás.
—¿Te duele todo? —bromea.
Arqueo una ceja y me doy la vuelta, viéndolo sonreírme.
—¿A ti qué te parece?
—Sin embargo, fue divertido.
No puedo contener la sonrisa mientras mis mejillas se calientan. "Sí que lo fue."
Entramos en el edificio, nos dirigimos hacia mi taquilla y noto que está pegado a mí.
—Ya estoy bien —le aseguro—. Lo que pasó ayer en el comedor con Taeyong y Jisung me parece que haya sido hace siglos. No tengo miedo.
—Sam —lo llama alguien.
Me doy la vuelta para ver a la señora Till, la profesora de Arte, que lleva una nota rosa en la mano. Se la da y le habla dulcemente.
—A la directora le gustaría verte en su despacho. Me pidió que te diera esto en clase, pero te acabo de ver. Será mejor que vayas ahora.
Él toma el papel, ella le da una palmada en el brazo y se aleja.
Hyunjin no lo lee, simplemente lo arruga en su puño y lo tira al suelo.
—¿Qué estás haciendo? —pregunto—. No solo puede contarles a tus padres lo de las peleas, podría llamar a la policía.
¿Quieres que te descubran?
—Creo que sabemos lo bien que me sienta que me arresten — responde, con una mirada arrogante en el rostro.
Pongo los ojos en blanco. Pues vale, Niño Rico.
Saco mi cuaderno de bocetos, veo la bufanda de cachemira en la taquilla, y de repente me acuerdo de que la había tratado de reemplazar con la de otra chica.
—¿De quién era la bufanda que me intentaste regalar?
Sus ojos se muestran sombríos.
—De Yeji.
¿De su hermana? Entonces mis ojos se agrandan y me vuelvo hacia él, recordando lo que dije.
—Ay, Dios —estallo—. Lo siento mucho. No sabía lo que decía. Me estremezco. La llamé zorra, pensando que era una cualquiera que se había dejado su ropa en su camioneta. Mierda.
—Está bien. —Me lanza una media sonrisa—. No te preocupes.
Puaj. Me doy asco. Soy lo peor.
—Bueno, no podría habérmela quedado de todos modos —le regaño—. Seguro que te pediría que se la devolvieses.
Se calla, evitando mis ojos. Me había olvidado por completo de su hermana. Es un año menor que nosotros. ¿Dónde estaba anoche? Su padre debió de haber vuelto a casa mientras yo dormía, porque Hyunjin tuvo que cerrar la puerta para que no nos pillara, pero no mencionó a Yeji.
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𝙏𝙚𝙡𝙡 𝙈𝙚 𝙒𝙝𝙤 𝙔𝙤𝙪 𝘼𝙧𝙚 // 𝙏𝙈: 𝙒𝙔𝙍 - HYUNLIX
Hayran Kurgu𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐥𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐱𝐩𝐥í𝐜𝐢𝐭𝐨 𝐲 𝐯𝐢𝐨𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐟í𝐬𝐢𝐜𝐚 𝐲 𝐯𝐞𝐫𝐛𝐚𝐥. 𝐋𝐞𝐞𝐫 𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐯𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐢𝐚 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐬𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝.