Odio ser omega (Jimsu)

Epílogo

"El amor a distancia no es tan malo como uno espera.

Es mucho peor.

No sólo no puedes abrazarlo, ni llenarlo de besos, tampoco es posible acariciarlo, ni jugar con él.

Pero lo peor era sin duda la falta de sexo.

Podía amar a Jimin a la distancia, claro que lo haría, pero si no me lo follaba al menos una vez cada dos meses, probablemente moriría de abstinencia.

¡Es que es su culpa por tener un cuerpo y un rostro que me enloquecen! ¡Es su culpa por coquetearme por videollamada! ¡Es su culpa por llamarme con su sexy voz!

Jimin era la causa de todos mis problemas y sí, cada día lo amaba más.

Llevamos un año siendo novios, hoy es nuestro aniversario y nos reencontraremos después de un mes sin vernos.

¡Un mes sin amor, ni sexo!

Creo que moriré y en la causa de muerte pondrán el nombre de mi novio".

El señor junto a mí baja el teléfono que sostenía contra su oído.

_Hijo, ¿me hablas a mí? _Se señaló.

_¿No escucho nada de lo que le dije? _Exclamé.

_Sólo te pregunté la hora y tú seguiste hablando.

_¡Pues se perdió de una gran historia de amor! _Garantizo y me marcho enojado sosteniendo mi cartel que tenía escrito "Jiminie" con anaranjado.

Jimin aún no había llegado y mis piernas se cansaban de esperarlo al final de las escaleras del aeropuerto.

Al menos ansiaba que me diera un gran premio después de esto.

A las ocho en punto, pude ver a Jimin asomarse empujando las maletas que eran casi tan pequeñas como él. Lo primero que noté, fue su cabello negro y largo que le llegaba más allá de la parte trasera del cuello, unos mechones castaños cubrían su frente.

Ya no podría burlarme de su cabello de payaso de circo que tanto me gustaba.

Jimin apenas me localizó formó una gran sonrisa que hizo que sus mejillas ahora más gorditas se notaran aún más. También sonreí hasta que mis propias mejillas dolieron, mi omega se enloqueció y dió vueltas emocionado.

Mandé a la mierda el cartel y corrí hacía él. Mi novio me atrapó entre sus brazos y me subió sobre él sosteniéndome de los muslos. No tardé ni medio segundo en devorar su boca, moví mis labios y mi cuerpo necesitados, lo besé con tanta pasión, con tantas ganas acumuladas que cuando nos separamos nos faltaba el aire.

La única razón por la que me aparté era porque no quería darle un espectáculo a las personas.

Al menos no gratis.

_Te extrañé como ni te imaginas _Jimin susurró con la respiración agitada antes de volver a besarme y respirar el aroma de mi cuello.

Tuve que usar el cerebro por un segundo y decirle que vayamos a otro lugar porque estaba seguro de que mi novio me quería comer sin importar el lugar.

Tiré de su mano y lo guíe a la salida.

_Ven, te tengo una sorpresa _Le dije con desbordante alegría.

_Espero que sea algo sexy _Jimin me dió una nalgada y yo le golpeé el brazo.

_Dejemos las cosas sucias para más tarde _Le ordené y también le dí una nalgada.

Ambos reímos y seguimos rumbo al destino que tenía planeado: la estación de trenes.

Jimin soltó mi mano y dejó de sonreír al percatarse de dónde estábamos.