Odio ser omega (Jimsu)

Capítulo Final

"Últimos minutos, el equipo Sajeog-in es vencido por su contricante, sólo un milagro podría salvarlo de la derrota".

Íbamos perdiendo, perdiendo como los mejores.

Colgábamos de un hilo dental, el juego estaba perdido.

Los jugadores en los vestidores se veían afligidos, sintiendo que la victoria se les iba de las manos.

Yo también estaba desvastado sentado luciendo el uniforme impecable, me había quedado en la banca como suplente de Jungkook y sólo podía ver cómo el equipo contrario encestaba una y otra vez.

El entrenador Choi se sostenía la cabeza preocupado a más no poder.

Cuando el tiempo estaba por terminar, Jungkook dió un paso al frente y se puso en medio de los jugadores.

_Tengo una idea.

_¿Huir antes de sufrir la vergüenza? _Opino Jackson.

_No _El pelinegró posó su mirada en mí y luego en el entrenador_ .Yoongi, debe entrar en mi lugar. Él es mucho mejor jugador que yo.

Todos compartieron una mirada de extrañeza.

_¿Un omega? _Jackson río_ ¿Crees que un puto omega nos podría salvar de la derrota?

Jungkook apretó sus puños y avanzó hacía él, sin embargo, contado unos segundos se relajó y dejó la violencia a un lado.

Podía escuchar su respiración calmándose de a poco.

_Creo que podría ayudarnos mucho más de lo que haces tú _Dijo con seguridad.

Jackson endureció su mandíbula, pero no dijo nada, ya que el entrenador me dió él sí para entrar.

¡Joder, jugaría en la final!

Apuesten todas sus vacas por mí.

_Suerte _Jungkook me dijo antes de sentarse en la banca de suplentes.

_Gracias, la necesitaré _Le dí un pulgar arriba.

Volvímos al partido, cientos de estudiantes gritaban nuestros nombres y nos alentaban. Tenían gorros, camisetas y hasta carteles, me sorprendió ver mi nombre escrito en uno de ellos.

Min Yoongi, omega estrella.

Algo se calentó dentro de mí al leer aquello. Yo era un omega, no era un alfa y estaba bien con eso.

No había nada de mí que quisiera cambiar.

Observé a mi familia sonreírme y aplaudir, los saludé con energía antes de acomodarme junto a los demás.

Mi mirada visualizó los asientos, buscando a alguien en particular, pero me recordé que él no estaba aquí.

Jimin en este momento se dirigía al aeropuerto donde tomaría el avión que lo llevaría muy lejos de aquí, lejos de mí.

Tomé un respiro y traté de enfocarme nuevamente en el balón.

Algunos alfas del otro equipo se burlaban de mí diciendo que era un enano, que me cogerían luego de ganarme y demás burradas sin sentido a las cuales hice oído sordo.

El partido comenzó.

Los chicos no acostumbraban a pasarme el balón, pero como me veían moverme y encestar más de una vez, comenzaron a reconocer que me necesitaban. En seguida me convertí en el blanco del equipo contrario, pero no importaba, porque cada vez que mis compañeros me pasaban el balón yo lograba escabullirme entre medio de los competidores y lanzar hacía la canasta.