Odio ser omega (Jimsu)

Capítulo 53

Había perdido mi virginidad.

Discúlpenme.

¡Había perdido mi jodida virginidad!

No lo podía asimilar y no me lo creía hasta que sentía un fuerte pinchazo en el trasero, me dolía como la mierda.

Lo que menos deseaba era quedarme más tiempo en la casa de Jimin principalmente porque Jungkook podría llegar y sinceramente no quería más drama.

Odiaba a Jimin porque no me permitía odiarlo, después de que lo hicimos cuido de mí, me ayudó a ducharme y remover restos de fluidos indeseables en mi cuerpo y me cargó hasta su auto.

_Jimin, te dije que puedo conducir la moto _Reproché mientras Jimin me llevaba sobre su espalda y ponía mis brazos alrededor de su cuello.

_Sí y también dijiste que sentías que tenías un palo en el culo _Sonrío y sostuvo mejor mis piernas de pollo.

_Sí, pero puedo caminar.

_Okay _Se encogió de hombros y me bajó.

A penas mís pies tocaron el suelo, me arrepentí. Ni siquiera podía caminar correctamente.

Estúpido peliteñido, me dejó inválido.

Si siempre que lo hagamos terminaré de esta forma, lo mejor es que invierta en una silla de ruedas.

Jimin retuvo una risa al verme y ni siquiera tuve que pedirle que vuelva a cargarme, puso una de sus manos en mi espalda y otra en mi trasero para sostenerme como si fuera una princesa y caminar hasta el auto.

_Oye, cuidado dónde tocas _Le advertí al sentir su mano apretarme la nalga.

Esto es propiedad privada.

_Eso no me decías hace rato _Se burló.

No pude evitar que mis mejillas se calentaran del mismo modo que si hubiera comido un chile picante.

_Me siento como un bebé _Dije al estar recostado contra su pecho.

_Eres mi bebé _Él repartió besos en mi mejilla y yo lo aparté con la nariz fruncida.

_¡Suficiente amor! __Le reclamé.

Jimin soltó una carcajada y me dejó en el interior del vehículo. Sin más tiempo que perder me condujo a mi casa, en la radio se reproducía una canción de Big Bang que no dudamos en cantar a todo pulmón.

La voz de Jimin era preciosa y tan aguda que daba esa sensación de que rompería los vidrios de las ventanas.

No me molestaría escucharla un poco más.

Jimin me acompañó hasta la puerta de mi casa e hizo un baile estúpido sobre no saber cómo despedirse de mí, lo que me causó mucha gracia.

_Debo irme _Sonrío con los dientes apretados, nervioso.

_Pues vete _Lo eché desinteresado.

Jimin asintió y giró sobre sus pies, sin embargo antes de que se vaya lo tomé del brazo y lo traje hasta mí para unir mis labios con los suyos en un beso suave, de despedida.

Mi idea era que fuera corto, pero Jimin no lo quiso así y lo profundizo rodeándome la cintura.

Un carraspeo interrumpió la acción y causó que nos separemos al instante.

Mi hermano nos miraba cruzado de brazos.

_Geum Jae _Abrí mis ojos tanto como pude_ ¿Qué haces?

_Nada, sólo veo como a mi querido hermanito le desvirgan los labios _Alineó sus cejas con los celos en su máximo esplendor.

Y no es lo único que me desvirgaron.

Por supuesto no se lo digo o Jimin sería mandado a volar directo a Hawaii.

_Bueno, gracias por hacernos saber que estás aquí _Sonreí falsamente_ .Ahora vete _Perdí la paciencia al ver que no se movía_ ¡Adiós!

Aún con los brazos en jarras, mi hermano obedeció y se fue sin quitarle la mirada pesada de encima al pobre Park que estaba hecho una gelatina.

_Pensé que me golpearía _Jimin expresó como un niñito llorón.

_Na, tal vez si se entera que me desfloraste solo te matará.

_Ay, que alivio _Dijo con ironía.

Sonreí y miré el interior de mi casa dudando sobre si decir lo siguiente.

¿Y si me rechazaba? No podría soportarlo.

_Escucha... _Balbuceé_ .Hoy es viernes y mañana no hay escuela y con mi hermano hacemos noche de películas por si quieres...

_¡Me encantaría! _Jimin no me dejó terminar y dió un paso hacía la puerta.

Cuenta confianza.

_Claro, pasa _Le señalé el camino negando divertido con la cabeza.

Jimin se dió media vuelta preocupado.

_Tú hermano no me hará nada, ¿verdad?

_Lo dudo _Le aseguré.

Jimin asintió y él no sabía cuánto le agradecía por haberse quedado conmigo esa noche.