Capítulo 14. Disculpa

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Izuku despertó a medio día. El pequeño Kai ya había comido y estaba vestido y aseado cuando Denki por fin convenció a Rody de dejarlo pasar.

Lo despertó, lo obligó a lavarse el rostro y a comer antes de sentarse con él para hablar.

—No sé qué pasó. Yuga no quiso decirme, pero sea lo que sea no vale la pena.

Izuku lo miró. —¿Mi corazón fue destrozado y dices que no vale la pena?

Denki abrió los ojos. —Bueno, no esperaba que fuera tan grave. ¿Qué te dijo Kokomi que te puso así?

—No importa ya, en algún momento iban a decirme, aunque si me hubiera gustado saberlo primero por mis amigos y no quedar como idiota frente a ella. Por cierto, ¿en dónde estabas anoche? No te vi en la fiesta.

El rubio boqueo como pez fuera del agua. —Yo estaba en... Ocupado con... —suspiró —No me hagas decirte.

Izuku lo miró de manera suspicaz. —Estas ocultándome algo.

Denki sonrió. —No ahora, te lo diré cuando sea el momento, pero no ahora.

Entonces Yuga y Neito aparecieron por la puerta.

—Izuku, ¿estás bien?

El asintió mientras los hermanos se acercaban. Miró a Denki y rápidamente le susurró. —No creas que hemos acabado con esto.

—¿Qué hacen aquí tan temprano?

—El sultán quiere verte.

La habitual respuesta a esa frase era un rostro pecoso lleno de alegría, pero esta vez fue distinto. Izuku se negó a ir. "No me siento bien" fue el mensaje que se le entregó al sultán.

—¿Es verdad lo que dijo Kokomi? ¿Se me prohíbe tener más hijos de su majestad?

Neito y Yuga se miraron antes de responder.

—Esa es la regla —Izuku se puso pálido —Mientras los hijos del sultán tengan su sangre no importa quien sea la madre. Él te aceptará en sus aposentos de nuevo, pero, si vuelves a quedar en cinta, te obligarán a abortar.

—¡¿Qué?! —gritó Denki. —¿Cómo pueden hacer eso?

—Así son las normas. Solo un hijo por concubino. Cuando el momento llegué Kai será enviado a una provincia para aprender a gobernar y su madre, ósea Izuku, deberá irse con él. Dejarás el palacio algún día a lado de tu cachorro, ese es tu destino. Claro si resulta que Kai es alfa, de otro modo quizá te lo permitan.

El peli verde bajó la mirada. Su destino era dejar a Katsuki, en algún momento el fruto de su amor lo obligaría a dejarlo todo atrás.

—¿Por eso aceptó a la concubina? El sultán no puede estar solo, tampoco puede tener una sola opción, debe haber más príncipes para que el imperio prevalezca.

Denki tomó su mano como consuelo. Izuku le sonrió. —Estoy bien.

—Pero... —interrumpió Neito —El sultán no acepto a la concubina.

Todos voltearon a verlo. —Escuche a Tokoyami decírselo a la sultana Kokomi ayer por la noche.

—¿Qué escuchaste?

—El sultán no quiere a la criada, fue lo que dijo, ella entró y salió apenas un minuto después, dice que hizo todo bien, saludo apropiadamente y se inclinó para el sultán, pero su majestad ni siquiera la miró y luego le pidió que se fuera. Kokomi no parecía feliz. La escuché ordenar que no dijera nada, pero no saben que los escuché.

Izuku vio un atisbo de esperanza. El amor que el sultán le juró y prometió conservar estaba ahí, todavía ahí, él sultán todavía lo amaba. Su sonrisa provocó la risa de todos los omegas en la habitación.

El Sultán (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora