El Sultán (KatsuDeku)

T3. Capítulo 13. Mírame

Ahora si agárrense porque ahí les voy xD

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El día por fin llegó. Kai se marchaba a su primera expedición en solitario. El príncipe se despidió de su madre y de sus hermanos bien temprano en la mañana, la última persona que lo vio fue su padre.

—Volveré con buenas noticias.

El sultán asintió a su hijo y lo vio marchar.

Fue entonces, una semana más tarde, que por fin Haseki notó algo extraño.

Cuando pasaba por el harem pudo escuchar muchos murmullos, eso le causó un escalofrío, le recordó a Alyra, a Melissa y a Kokomi. Los tres pares de ojos atravesaron su memoria como un relámpago. Dio la vuelta para mirar dentro del salón y pudo ver a todos los omegas y odaliscas mirar hacia arriba.

Al ingresar pudo comprenderlo. Arriba, en el segundo piso, una de las habitaciones estaba siendo ocupada.

Frunció el ceño. "¿Hay una nueva concubina?" Entonces lo recordó, había un nuevo encargado.

—Nemuri.

Salió del harem a paso veloz. Nemuri era la nueva encargada del harem personal de su majestad, ella podía hacer y deshacer con los omegas del sultán sin autorización, pero, ¿a quién se le había ocurrido traer esa mujer?

Después de algún tiempo de andar por fin llegó a los aposentos que le otorgó a la sultana Momo, a pesar de ser una sierva del harem, Nemuri siempre estaba a lado de la sultana, y no se equivocó. Ambas estaban sentadas charlando como si todo en el universo de Izuku no se estuviera derrumbando.

—¿A quién has traído al harem? —fue lo primero que dijo.

Ambas peli negras se voltearon a verlo. Momo sonrió, pero era diferente a todas las sonrisas que le había dado antes, era obvia la hipocresía.

—Cada vez que nos vemos te vuelves más insolente.

Izuku frunció más el ceño. Estaba molesto, él no le debía nada a la sultana, aún cuando ella había permanecido en el palacio más tiempo del estimado no le había cuestionado y le otorgó todo lo que deseaba, Izuku era el esposo de su majestad, tenía todo el derecho a estar enfadado. Nemuri, en cambio, se puso en pie y saludo con una leve inclinación, pero no respondió.

—¿A quién suben a los aposentos principales?

—Eso... —volvió a responder Momo —No te incumbe.

Él abrió los ojos impactado. "¿Que no es de mi incumbencia?"

—Con todo el respeto que merece su majestad, sultana, yo soy Izuku haseki sultán, yo administro el palacio y todo lo que pasa en el me compete, cómo es el caso de la persona que está siendo mudada a los aposentos de las favoritas.

La sultana se puso de pie, caminó hacia él y se paró justo enfrente. El verde de sus ojos encontró el azabache de los de Momo y ella le sonrió de nuevo.

—Nemuri fue nombrada encargada del harem personal de mi hermano, quién visite sus aposentos así como sus omegas es asunto privado de su majestad —ella caminó de vuelta y tomó una uva del tazón, fingiendo desinterés —además, ser el administrador no significa que lo gobiernes todo, entre las cosas que se te escapan está... El corazón de mi hermano, por ejemplo.

A Izuku le tembló el labio. —Me gustaría que dejara de insinuar cosas, sultana, a usted nunca le gustó hablar con rodeos sino mal recuerdo.

Ella mordió la pequeña uva antes de hablar. —Los tiempos cambian, Izuku, cuando llegaste al harem eras joven, delgado y muy hermoso, ya no eres ni la mitad de lo que eras en ese entonces ¿o me equivoco? Ya has dado a luz varias veces, tu cuerpo y tu rostro lucen... diferentes. ¿No esperabas realmente que Katsuki ignorara a todos los demás omegas toda la vida o si? Después de todo está rodeado de ellos.