El Sultán (KatsuDeku)

T2. Capítulo 5. Desconocido

Al día siguiente, Katsuki e Izuku salieron juntos al mercado de la capital. El rubio daría su ronda mensual con el juez. El Haseki insistió en acompañarlo aunque, a mitad de camino decidió quedarse atrás, a Katsuki le estaba molestando no poder avanzar porque Izuku se detenía en cada puesto a ver la mercancía.

"Sigue viendo con calma, me adelantaré y nos encontraremos de regreso, ¿de acuerdo?"

Izuku aceptó más emocionado por la esencia a lilas que estaba probando que por algo más.

En medio de todo llegaron a un puesto de artículos para bebé. El omega se emocionó mucho con todas las cosas, compró algunos amuletos para su pequeño Yuu a pesar de que se tragó las ganas de comprar algunas piezas de linda y suave ropa, pues Yuu tenía mucha y aunque lo intentará, no entraría en la ropa de recién nacido.

Estaba entretenido mirando las pulseras de hilo cuando un omega con aroma a leche se acercó al mismo puesto.

—Disculpe señor —le habló al dueño del puesto —¿Cuánto quiere por la cuna?

Izuku miró al omega, estaba embarazado era obvio por su panza, si lo veía bien podría decir que tenía por lo menos unos 7 meses de gestación. Era muy lindo, tenía el cabello color añil y la piel pálida. Sus ojos lucían algo cansados pero quizá solo se tratara de todo lo que llevaba cargando consigo.

Cuando el omega pagó por la cuna y otras cosas, el peli verde notó que todo el mundo alrededor comenzó a murmurar. Incluso para Rody fue extraño. Era usual que en el mercado hubiera jóvenes que se ofrecieran a cargar las compras de las personas que compraban solas por una pequeña comisión, Izuku buscó alrededor para ver si alguno se acercaba pero nadie lo hizo, miró a su guardia que veía algo preocupado al omega que cargaba tantas cosas, miró después al hombre del puesto.

—¿Qué es lo que murmuran?

El hombre se inclinó hacia él.

—Es que nadie lo conoce, llegó hace poco y está viviendo en una casa muy bonita, sin embargo, nadie ha visto nunca a alguien más con él. No tiene alfa, pero está embarazado, se rumorea que es un... Bueno un omega de bajos estándares si sabe a lo que me refiero.

Izuku no lo entendió pero supuso a lo que se refería. Un omega galante. Un prostituto.

—Pero esas son solo habladurías —intervino Rody —en realidad no lo saben ¿no es así?

El hombre se encogió de hombros. —Pero aún sin alfa él parece tener mucho dinero, solo basta ver dónde vive.

El alfa castaño se molestó, Izuku supuso que fue porque el omega era muy lindo, Rody podría no parecerlo por su personalidad risueña, pero en realidad era de corazón muy noble.

—Ayúdalo Rody.

Aún con las miradas de la gente, ambos se acercaron para ayudar al omega, él pareció sorprendido pero aceptó la ayuda.

Su casa estaba un poco alejada pero, era cierto lo que había dicho el hombre, era muy bonita. Dos pisos de madera con acabados ornamentales, la bordeaba una reja de barrotes de metal altas que si bien dejaban ver la casa definitivamente no dejaban pasar, el patio delantero era lo suficientemente espacioso como para tener una fuente de buen tamaño en el centro. El omega los invitó a pasar y ambos quedaron anonadados con la puerta principal, era de madera oscura y tenía pequeños vitrales de colores que la hacían lucir costosa incluso para el Haseki.

Por dentro era mucho más bonito. Era amplio y de techos altos, había adornos de cerámica y vidrio soplado sobre las estanterías. Había pinturas en las paredes y alfombras tejidas recubriendo el piso. Los sillones en los que fueron invitados a sentarse eran de piel y las tazas de té eran de porcelana fina.