T2. Capítulo 6. Toga

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Toga llegó al harem cuando tenía 14 años, igual que muchas otras omegas, pasó mucho tiempo sirviendo en el palacio viejo y fue trasladada al harem del sultán con 17 años. Ella era huérfana por lo que estar en un sitio lujoso como el palacio era como vivir en el paraíso.

Tuvo una infancia difícil, robando para comer, huyendo de los adultos, ella recuerda que cuando empezó a vivir en los callejones eran como 8 niños, pero antes de que ella se fuera solo quedaban 3.

A ella la recogieron por ser omega y los chicos la alentaron a irse, Toga no sabría de ellos hasta muchos años después. Fue entregada al sultán la noche después de llegar. Si bien ella no se enamoró del sultán Kai, le agradaba, sentía cierto cariño por las joyas y las ropas que el sultán le daba. Toga se volvió privilegiada rápidamente. Pero la vida en el harem era difícil, la pirámide estaba bien seccionada y no podías ingresar al siguiente peldaño a menos que tuvieras muchas cosas que te respaldaran. 

Hasta arriba estaba Mitsuki, la sultana esposa a quién protegía su hijo el único príncipe. Debajo estaban las favoritas, todas mujeres muy bonitas, luego seguían las mujeres que el sultán llamaba de vez en cuando, cuando se sentía aburrido o cuando quería charlar. Toga estaba entre ellas. Debajo solo seguían el resto de los siervos. 

La rubia estaba solo a tres pasos de Mitsuki, ¿Qué las hacía tan diferentes? Sólo porque ellas nacieron en una cuna de oro y fueron toda su vida privilegiadas. Nunca sabría lo que es beber agua para calmar el hambre, apretar el estómago para que dejara de chillar, temblar de frío en el invierno, caminar descalza hasta tener tantos callos que las plantas de los pies ya no tenían sensibilidad, dormir para no tener que pensar en comer. 

Viendo los lujos en los que vivían todos ellos, Toga no pudo evitar desear eso para ella. Lo quería, lo quería todo. Las coronas, los anillos y los collares, los vestidos y los zapatos. El oro y el palacio. 

Hizo uso de todos sus dotes para volverse favorita, tomó nuevos aposentos y ascendió de posición. En alguna ocasión cuando tuvo la oportunidad de acompañar a otras mujeres y los maestros fuera del palacio se encontró con 3 bandidos. No eran más que los mocosos que lloraban de hambre con ella. 

Dabi era el hábil, Tomura el inteligente y Jin el que más sangre había derramado. Toga comenzó a sacar dinero de la maldita aristocracia planeando secuestros, ella daba información a los 3 alfas para que ellos secuestraran hijos e hijas de gente importante. Así vivió durante muchos años, en el harem, cómoda recibiendo riquezas y compartiéndola con sus amigos, y ellos, retribuyendo con quitar a la gente que le molestaba de su camino. 

Hasta que un día, quedó embarazada, ella lo supo desde el principio, que sería un varón alfa. El sultán también pareció creerlo pues la ocultó perfectamente para evitar que le hicieran daño. Entonces Toga vio su oportunidad, si el bebé era un príncipe, ella tendría una genuina oportunidad de llegar más lejos que ninguna otra criada. Sería la madre de un príncipe, una sultana, esposa de su majestad y si movía bien sus piezas, algún día sería madre sultana. 

Lo planearon todo, primero debían encargarse de Katsuki, una vez que él desapareciera del mapa, su hijo sería el único heredero de la corona, cuando eso estuviera hecho seguiría el sultán. Sin embargo, algo salió mal, algo con lo que no contaba. 

Jin estaba enamorado de ella. La amaba con tanta locura que el muy malnacido mató a su majestad, hiriéndolo en combate, cuando Toga lo descubrió enfureció mucho. El sultán era lo único que la mantenía a salvo, ahora no había nada. Tuvo que huir aferrada a la promesa que el sultán le dio, la promesa de hacer a su bebé el siguiente sultán. Convenció al gran visir que la ayudara y él la llevó lejos, la ocultó durante muchos años, hasta ese momento. 

El Sultán (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora