Capítulo 24.- Omega con olor a tristeza

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El camino de regreso a casa fue sumamente silencioso y tenso. Wangji quería hablar y preguntar a Jiang Cheng si se encontraba bien, pero al notar su aroma agridulce se dio cuenta que estaba deprimido.

A-Cheng solo se mantuvo mirando por la ventanilla e ignorando lo sucedido. Wangji comprendió que no quería hablar en ese momento, así que esperó un poco más, sin embargo en cuanto entraron al departamento y Wanyin solo siguió subiendo las escaleras, Lan Zhan optó por seguirlo.

Quería llamarlo y charlar, pero antes de que pudiera decir algo el omega se detuvo bruscamente mientras observaba el gran moño que había colocado en la habitación de invitados. En cuanto Wangji notó su mirada, se acercó a él y mencionó.

—Lo hizo Huaisang y mi hermano. Ellos seguían diciendo que querían darte un regalo a ti y a su sobrino. No sé cómo se pusieron de acuerdo, pero me pidieron las llaves y se encargaron de decorar todo.

—¿Todo?—preguntó A-Cheng tocando el bonito moño lila sobre la puerta.

El Lan asintió y de inmediato abrió la puerta. Vio la sorpresa escrita en todo el rostro de Wanyin cuando observó el interior, le gustó el brillo en sus ojos ante la bonita habitación para el bebé y por ello no dudó en mencionar.

—Los chicos querían que el bebé tuviera su propia habitación, compraron todo pensando en tus gustos y lo que podrías necesitar. De hecho creo que hicieron un buen trabajo en poco tiempo.

Wanyin no pudo estar más de acuerdo, los tonos neutros y las decoraciones de animalitos le parecieron encantadores. Ni que decir de la cuna circular y mecedora, pero lo que realmente lo llenó de ternura fue ver el closet repleto de bonita ropa para bebé.

Eso lo hizo sonreír y olvidar temporalmente su tristeza. Estaba pensando que debía doblar la ropa que el también comprado y acomodarla en los cajones cuando la realidad lo golpeó.

—¿Tú estás de acuerdo en que hayan hecho esto?—preguntó al Lan reparando en que esa era una de sus habitaciones y probablemente solo había aceptado cediendo ante la presión de su hermano. Después de todo ambos sabían que Jiang Cheng se marcharía un par de meses después del nacimiento del bebé.

—Sí, no me molesta que mi hijo tenga una habitación si eso estabas pensando.

Wanyin asintió, no quería recordarle que solo se utilizaría unas semanas. En lugar de eso, fue por las prendas que él había comprado y sentado sobre la alfombra comenzó a doblarlos.

La hora de dormir para el Lan ya había pasado, pero simplemente se quedó observando la tierna habitación antes de que toda su atención pasara al omega que poco a poco volvía a lucir  afligido.

A-Cheng no parecía consciente de que sus emociones eran transmitidas por su vínculo al Lan y este no pudo ignorarlo por más tiempo.

—¿Te encuentras bien Wanyin?—preguntó sacándolo de sus pensamientos.

—Sí—respondió de inmediato sin levantar la mirada de lo que estaba haciendo.

Wangji no sabía cómo mencionar la desastrosa cena sin molestarlo, así que lo único que pudo decir fue.

—Si necesitas hablar o...

—No es necesario— lo cortó A-Cheng dejando lo que hacía y mirándolo a los ojos—No tienes que preocuparte o sentir lastima por mí, mi padre siempre se ha sido un idiota y sabía que esto pasaría tarde o temprano.

A Wangji le había molestado la forma en que su suegro se había comportado con Wanyin, pero oír que siempre había actuado de esa manera con él, le dolió. Más aun cuando A-Cheng trató de restarle importancia pero su aroma evidenciaba lo triste que se sentía.

𝙱𝚘𝚞𝚗𝚍 𝚝𝚘 𝚢𝚘𝚞 💎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora