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Capítulo 38.- Distanciamiento

Al despertar, Jiang Cheng no encontró a Lan Wangji en su cama, aunque fue evidente que había dormido ahí porque la almohada a su lado tenía su aroma e incluso el mismo portaba las feromonas del alfa.

Todavía estaba molesto y triste, por ello no sabía cómo comportarse con el Lan. Así que cuando bajó a desayunar y a pesar de que A-Zhan intentó mostrarse atento con él, Wanyin simplemente lo trató con indiferencia.

No es que quisiera hacerlo sentir mal, lo único que deseaba era establecer límites y evitar darse falsas esperanzas. Había sido demasiado ingenuo al enamorarse, así que debía asumir su culpa y alejarse antes de que todo empeorara.

Deseaba que su convivencia con A-Zhan siguiera tan bien como hasta ahora, sin embargo le fue imposible verlo o hablarle sin recordar que no era su alfa, que no estaba con él por amor y lo dejaría para tener una familia con alguien más.

Se sintió tan frustrado que la mayor parte del día  simplemente no le dirigió la palabra al Lan, no tenía nada de qué hablar con él e incluso las tonterías que antes hubieran compartido, ni siquiera le parecieron prudentes.

A Lan Wangji no le gustó para nada esa atmosfera, no le agradó que a pesar de estar en la misma habitación hubiese una enorme distancia entre ambos y fue tanta su intranquilidad que no pudo evitar acercarse a él.

Se sentó a un lado de A-Cheng mientras este tejía un pequeño gorro y con nostalgia notó que todavía llevaba su anillo de matrimonio, eso siempre le había parecido curioso, como a pesar de todo siempre lo usaba y solo entonces se dio cuenta que él nunca lo había usado. Si alguien preguntaba decía que no estaba acostumbrado, pero era porque realmente nunca vio a Wanyin como su esposo. Algo que en algún momento había cambiado y ni siquiera había sido consciente de ello.

Así que a pesar de que él también se encontraba confundido y sorprendido por la repentina noticia de Mo Xuanyu, decidió hablar con A-Cheng.

Quería aclárale todo lo que había sucedido ayer, mencionar que no había tenido intimidad con Xuanyu desde que empezó a dormir con él, que no había planeado nada de lo sucedido y que sus sentimientos habían cambiado. No obstante, sus palabras no fueron bien recibidas.

—Xuanyu y yo pasaremos por los resultados del análisis hoy, si esta embaraz...

—No me interesa— lo cortó A-Cheng, mientras guardaba su tejido.

—A-Cheng...—musitó Wangji pacientemente—Quiero ser claro contigo. Así que hablemos.

—Es que no hay nada de qué hablar—respondió Jiang Cheng como si nada y al ver que el Lan lo miraba sin entender explicó— Tú y yo tenemos un trato, prometiste que me ayudarías a que Leilei naciera sano y yo prometí que te daría el divorcio después de ello. Así que no hay nada más claro que eso, haz tu vida y yo hare la mía. Nada ha cambiado.

Wanyin se puso de pie y se marchó. Al verlo tan decidido y seguro, Wangji no pudo seguirlo, Jiang Cheng era tan ilegible e inalcanzable para él en ese momento, que probablemente había malentendido todo y ese afecto que pensó había crecido entre ambos solo habían sido imaginaciones suyas.

Decidió darle su espacio, dejar que procesara lo que ocurría, aunque al ver que una semana después nada cambiaba tuvo que pedir consejo a su hermano.

—¡Porque diablos seguías acostándote con él!—le gritó en cuanto supo que Xuanyu estaba embarazado.

—¡Siempre nos cuidamos, además sabes que Xuanyu era a quien yo quería!—respondió igualmente irritado. —Pero tiene tres meses desde que no tengo contacto con él, lo juro.

Al ver a Wangji tan angustiado y completamente perdido, Lan Xichen trató de controlar su enojo. Mo Xuanyu hace mucho había caído de su gracia y ahora usando medios tan bajos para mantener a su hermano con él lo disgustó enormemente. Y a pesar de que estaba furioso con Wangji y deseaba seguir gritándole, desistió de hacerlo ya que recordó que probablemente el más afectado en ese momento era su cuñado.