S M O K E ☆ style ¡

O13

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Ya era la hora de volver a casa. Ese día, más tranquilo al ver a Cartman salir antes que yo, abandoné la clase a paso lento, sin prisa.

Llegué a mi taquilla, dispuesto a dejar los libros que no necesitase llevar a mi casa. De repente, al abrir la puertecita, una carta de papel cayó a mis pies. Extrañado me agaché a cogerla. Justo cuando lo hice, Kyle me sobresaltó desde atrás, haciéndome cosquillas.

—Boo.— gritó mientras volteaba para quedar cara a cara —¿Qué es eso?— me preguntó a la que me levantaba con el trozo de papel en mano

—Creo que es una carta de...— miré el nombre escrito —Wendy.— terminé con un poco de molestia

—Pero bueno, mira al Don Juan.— rió haciendo pistolas con los dedos y apuntándome —¿Hay algún problema con ella?— preguntó al ver mi semblante decaído

—Te contaré a la que paremos a fumar antes de ir a casa.—

Sus ojitos desaparecieron a la que sonreía y comenzaba a avanzar. Había tomado eso como una proposición. Lo había sido.

Miré su perfil mientras hablaba de algo que le había pasado en la última clase. Me distraje con el exótico puente de su nariz, bonito. Intentaba seguir el hilo de la conversación mientras llegábamos al callejón de siempre.

Cuando llegamos se sentó a mi lado en la acera, nada nuevo. Dándome y encendiéndome un cigarro, me abrazó por los hombros amistosamente.

—Y qué, ¿me contarás qué pasa con Wendy? ¿Leerás la carta?— suspiré, no tenía ganas de hacer ninguna de las dos cosas, pero el chico se merecía saber mi vida entera

—Era mi novia.— le pegué una calada a mi cigarrillo —Pero después de mi recaída la dejé de hablar. Me aislé. Como con Cartman.— sus rizos botaron a la par que asentía —Y de ahí no hablamos nada, hasta esta mañana. Me dijo que me veía mejor, que me había visto fumando contigo y que qué había sido de nuestra relación.— le miré a los ojos, esperando comprensión

—¿Te gusta Wendy?— preguntó sacando el humo de sus pulmones sin expresión ninguna, eso era raro

—Me gustaba, o me gusta. Estoy confuso porque hace demasiado que no hablamos.— al terminar la frase y mirarle, supe que algo había dicho que no le había gustado

—¿Vas a leer la carta, Stan?— intentó dibujar una sonrisa en su cara, otra sonrisa falsa para aparentar neutralidad

Con las manos sudadas, empecé a desdoblar el papel con un poco de miedo. No quería leer la carta, pero tenía demasiada curiosidad como para dejarla intacta. En el papel estaba escrito:

"Hola Stan.
Sé que en persona no quieres hablar conmigo, por eso te escribo una carta. Siento lo de esta mañana, sé que no soy tu madre ni te puedo decir lo que debes hacer, solo quería mostrarte mi preocupación. También mi máximo apoyo y amor. Te sigo amando, ¿lo sabes? Como dije, estoy esperando a tu mejora para retomar lo que dejamos a medias. No me falles Stan, sé que eres fuerte y puedes seguir adelante.
De: Wendy"

El lindo chico a mi lado leyó las letras al mismo tiempo que yo. Nos quedamos por un rato callados los dos.

—¿Vas a volver con ella, Stan?—

Cuando vi su cara después de decir esas palabras, supe que algo andaba mal. Sus ojos vacíos me querían decir algo, pero fui demasiado tonto para notar lo que era.

—Puede que sí, no sé.—

Su mirada verdosa se entristeció más. Que estúpido fui, todo por mantener mi falsa heterosexualidad, todo por no sentirme solo.

El muchacho se levantó del suelo, sacudiendo un poco sus anchos pantalones. Con su zapato apagó el cigarrillo a medio terminar. Esa sonrisa falsa se mostraba en su rostro al extenderme la mano para ayudar a levantarme.

—Te deseo suerte con ella, si necesitas ayuda, estoy aquí. Aunque no entiendo mucho de mujeres.— rió suavemente —Venga vamos, se hace tarde para comer.—

Joder, que estúpido fui.

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