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El autobús volvió a dejarme en la misma parada, pero no me dirigí a mi casa.
La jornada escolar por fin había llegado a su fin, pude escapar de aquella cárcel para adolescentes. Pude ir a por los cigarros.Con el paso apresurado caminaba hacia el único estanco del pueblo. Intentaba ir desapercibido entre la gente. Las voces en ese pueblo se expanden como la espuma, y lo último que quería era que mi madre se enterara de que iba a fumar.
Me postré en la puerta del local con las manos sudorosas y la respiración acelerada. Seguramente me mandarían a la mierda nada más me viesen, pero yo necesitaba intentarlo. Quién no arriesga no gana, ¿no?
—Buenos días. ¿Me da un paquete de cigarrillos?— la muchacha del mostrador casi se echa a reír al verme
—¿De cuáles, novato?— vaciló
—Pues...—
—Anda, piérdete antes de que alguien te vea aquí y todos se enteren de que quieres fumar.—
Cabizbajo salí de la tienda, mis mejillas rojas de la vergüenza. ¿Qué cuál tipo de cigarrillo? ¡Qué tipo de pregunta era esa!
Miré a mi alrededor cuidando de qué nadie me viese salir de aquel lugar. Nada más girar la esquina, una voz me sobresaltó a mis espaldas.—Qué, Stan. ¿Quieres empezar a fumar?—
—Joder Pete, no estoy para sustos.—
—No quería asustarte, supongo que mi ropa es demasiado oscura para que se me vea en un callejón.—
Era ese niño gótico de mechas rojas. Humo salía de su boca y nariz, estaba fumando en aquel solitario callejón. Solitario, como él.
Le envidiaba un poco, yo también quería fumar tranquilamente en una callecita sin sentirme solo. ¿Se sentiría solo?—Bueno, ¿a qué viene la pregunta? ¿Le vas a contar a todos que me echaron de un estanco?—
—Joder no, yo no hablo con conformistas.— le vi acomodarse su pelo —Creo que es obvio que estoy de tu parte.—
—¿Me prestarás un cigarro?—
—No.— su respuesta fue tajante —Mis cigarros no los comparto, y menos con conformistas como tú. Me caes bien, pero una cosa no quita la otra.—
Me estaba comenzando a impacientar. El muchacho no hacía otra cosa que irse por las ramas. Me gusta que las personas vayan al grano, no que me entretengan el poco tiempo que me queda.
—Vale, vale. ¿Entonces que coño quieres?—
—Te desesperas rápido.— le dio una calada a su canuto —Sé donde puedes conseguir tabaco.—
Mis ojos se iluminaron de tal forma que se podía ver en ese oscuro callejón. El chico que tenía delante sonrió ligeramente ante tal reacción.
—¿Quieres tabaco? Busca a Kyle Broflovski.—
Ese nombre me sonaba, rebusqué un poco en mi desastrosa mente. Sólo me encontré con los peores y profundos pensamientos.
—¿Kyle Broflovski?— finalmente pregunté
—Va al mismo curso, solo que a la otra clase. Seguro que le has visto alguna vez, su gorro verde le hace destacar.— ahora todo resonaba más —Ya dejo de hacerte perder el tiempo, vete y disfruta. De nada.—
—Gracias, Pete. Te debo una.—
Lo último que vi antes de alejarme fueron sus mechas rojas batirse en el aire, acomodándose en el acto. Me observó alejarme mientras volvía a tomar su cigarrillo entre los labios.
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recordatorio de que actualizo jueves y viernes^^
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S M O K E ☆ style ¡
أدب الهواة───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── it's just a cigarrette and it harms your pretty lungs ───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── La vida de Stan Marsh era una miseria. Su vida, y él mismo. Todo a su alrededor se evaporaba como el humo. Sólo necesitaba una vía de escape, algo que lo alej...