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Ese chico que había prometido protegerme lo estaba consiguiendo. Lo había conseguido por más de cuatro semanas.
Su simple compañía me estaba devolviendo las ganas de vivir.
Se había convertido en hábito vernos antes de entrar a clase, en el recreo ir detrás del instituto a fumar y después irnos al callejón habitual a echarnos otro cigarro.
Se había convertido en hábito admirarle cada vez que podía, abrazarle con cualquier excusa o tomarle de la mano mientras corríamos por el instituto de forma rebelde.
Pero igual que algo empieza, acaba. Por mucho miedo o rechazo que tengamos, las cosas son como son.
El curso escolar estaba por terminar, había una fiesta de graduación la semana siguiente y, después de eso, las vacaciones de verano comenzarían.
Y yo, el chico más estúpido del mundo, no le había dicho todavía a Kyle que en verano me mudaría.
Estábamos como de costumbre en aquel callejón fumando tras las clases. Entre el humo hablábamos de la graduación que tendríamos en apenas siete días. Y, aún más para mi desgracia, de las parejas con las que iríamos.
Sí, había que ir en parejas, totalmente cliché y asqueroso.
—No tengo pareja todavía, tío. Supongo que no soy tan Don Juan como dices que soy.— sonrió soltando de entre sus labios el cigarrillo
—Hermano, te juro que no sé por qué estás tan solo. Lo tienes todo.— mis ojos azules se posaron en él mientras daba una calada
Con su diente chueco asomando en su sonrisa, me pegó sin fuerza en el brazo, bromeando. Negó haciendo que sus rizos se menearan en el aire.
—¿Y tú? No me dirás que no tienes pareja, tienes a chicas detrás.—
—Todavía no he hablado con ninguna, sabes que apenas hablo con nadie que no seas tú.— una mueca torcida apareció en mi rostro
Me miró por unos segundos, intentando descifrar qué era esa rara expresión. Yo me fijé en su linda y distribuida cara.
Y justo cuando junté el coraje para pedirle a él ir conmigo, lo dijo.
—¿No vas con Wendy?— mi cara se desfiguró más aún —Es lo que necesitáis los dos, por la relación.—
—No sé, tío...— sobé mi brazo, mirando hacia otro lado
—Tío, tienes que pedir ir con ella.— posó su mano sobre la mía, en mi brazo, haciendo que levantase la mirada —Ve con ella.—
Casi ladeo la cabeza como un perro, sin entender nada. Esas cejas curvadas hacia arriba y sonrisa triste.
Si él me estaba pidiendo que fuese con ella, ¿por qué tenía esa expresión triste?
Cada vez que el nombre de Wendy resonaba, él ponía esa expresión. Esa cara de querer echarse a llorar en cualquier momento. ¿Por qué? Y, ¿por qué si el tema lo entristecía, siempre lo sacaba?
—Si insistes...— le intenté sonreír con la poca energía que me quedaba
Todavía con esos ojos al borde del llanto, cambió de tema animadamente. Sabía que no era lo que en realidad le hubiera gustado hacer, lo hacía siempre. Aunque se encontrara cansado, enfadado o triste, no lo expresaba sino que lo evitaba.
Y recordé que el verano se acercaba, que hablábamos de eso porque la fiesta estaba a la vuelta de la esquina, y mi partida del pueblo también lo estaba.
¿Cuándo sería capaz de decirle que me iría y quizá no le vería nunca más?
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S M O K E ☆ style ¡
Fanfic───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── it's just a cigarrette and it harms your pretty lungs ───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── La vida de Stan Marsh era una miseria. Su vida, y él mismo. Todo a su alrededor se evaporaba como el humo. Sólo necesitaba una vía de escape, algo que lo alej...