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Kyle, Cartman y otro chico estaban en el centro de la multitud siendo separados por la directora. Tal parecía que se habían metido en una pelea.
Me sentí culpable. Mi antiguo mejor amigo se había vuelto más agresivo desde que había dejado de hablarle. Cartman se metía en peleas, insultaba sin razón alguna y no podía evitar ofenderse a la mínima. En ese momento, todo lo que le envolvía era conflicto.
Seguro que él también se sentía culpable, sentía que era el problema, que él era la razón por la que dejé de hablarle.
Saber eso solo hacía que me sintiese aún más miserable.Escuché a la directora gritar para que la multitud se disperse y vi como se llevaba a los tres muchachos dentro del lugar. Después de aquello, escuché cuchicheos por todas partes a la par que cada uno volvía a sus propios asuntos.
Yo me quedé ahí en medio, preocupado. Con la mirada perdida en ningún sitio seguí echándome la culpa de todo. Todo era mi culpa, mi estado estaba jodiendo a todos, no solo a mí. Unas ganas horribles de llorar me invadieron.
—Oye Stan, ¿te pasa algo tío? No te quedes ahí parado.— la voz de otro estudiante me sacó del trance
—No Clyde, estoy bien. Gracias por avisarme.—
—No sé, el que se acaba de meter en problemas es tu amigo, yo también estaría preocupado.— me dio dos palmaditas en la espalda y se perdió entre el barullo de gente
Sin pensar demasiado en sus palabras me adentré en el mar de gente. No me dio tiempo a dejar nada en la taquilla, me dirigí directamente a mi aula.
Estuve las tres primeras horas fijándome únicamente en el asiento vacío de Cartman. ¿Por qué tardaba tanto?Cuando sonó el timbre del recreo yo estaba completamente absorto en mis pensamientos, tanto que di un pequeño brinco en mi sitio. Mi cabeza debatía si ir a buscar a Eric o no. Hacía días que no le hablaba, le había estado ignorando. Pero era mi amigo y estaba en problemas.
Mis piernas se estiraron y comenzaron a caminar. Se dirigían a un baño, allí podría decidir que hacer, aunque también podía esconderme hasta que terminase la hora para que nadie pudiese culparme.
—¡Stan!— escuché a mis espaldas, la sangre se me heló
Estaba jodido, no me había dado tiempo a llegar a mi escondite. Me quedé quieto en el sitio unos segundos y, con un poco de miedo, me di la vuelta para ver quién era el portador de esa voz.
—¿Kyle?— vi sus rizos botar mientras venía corriendo hacia mí —¿Pasa algo?—
—No, siento venir así pero pensé que te irías antes de que yo llegara.— boqueó en busca de aire —Traigo ya sabes qué. ¿Te vienes a la parte trasera del instituto?—
Era un ángel. Apareciendo justo cuando lo necesitaba. Me moría por fumarme un cigarrillo, por distraerme de todo. Aguanté las ganas de abrazarle o ponerme a brincar ahí en medio.
Suspiré e, intentando ocultar mi entusiasmo, le dije que si me apetecía. Le seguí en silencio hasta la parte trasera del lugar. No había nadie allí, aunque me esperaba que hubiera algún otro chaval escaqueándose para fumar.
Nos sentamos en un bordillo uno al lado del otro. Fue en ese momento que capté el olor del perfume de aquel chico, y supe que me costaría alejarme de él. Me sonrió a la par que me extendía un cigarrillo y el mechero.
Intentando ocultar el sonrojo que amenazaba con salir, miré hacia otro lado, captando el tabaco entre mis labios.
—Ayer te encendí yo el cigarro, pero no estaré ahí siempre cuando quieras fumar.— su linda risa se hizo escuchar —Así que, a ver como lo haces.—
Quise decir que no pretendía fumar sin su compañía pero me callé. Me parecía demasiado descarado, una frase atrevida. Pensaría que yo era un rarito, después de todo, apenas le conocí el día anterior.
—Bueno, pero eso será en un futuro. Ahora, si soy honesto, te diré que me da miedo quemarme con el mechero.— puse la primera excusa que se me ocurrió
El chico solo negó divertido, arrebatando el mechero que tenía entre los dedos. Se colocó delante, justo como el día anterior. Pude ver detalles de su cara más de cerca. Me pareció el chico más atractivo que había visto en mi vida.
—Stan, aspira hacia dentro.— me ordenó, sacándome de mis pensamientos —Ahí está. A la próxima te lo enciendes tú, yo no me he quemado, tú tampoco lo harás.—
Yo le sonreí, él me sonrió. Dejó de hacerlo para encenderse uno él. Le observé atentamente casi sin darme cuenta. Salí del trance cuando el humo que salió de su boca me dio en la cara, soltó una risa traviesa.
—Oye Stan, ¿no tienes amigos? Digo, no te he visto con nadie.— dijo, poniéndose más serio
—Pues es que últimamente no tengo ganas de hablar con nadie.— no podía soportar su profunda mirada encima de mí —Mi mejor amigo era Cartman y, bueno, Wendy... tengo una relación rara.—
—Me gusta tu honestidad.— apoyó su mano derecha en mi hombro, se me puso la piel de gallina —Y Cartman, ese hijo de puta.— su agarre se intensificó
—Cierto, te iba a preguntar. ¿Qué pasó esta mañana?—
—Pues me peleé con Tolkien por el partido de baloncesto de ayer.— cierto Tolkien, el chico con quien estuvo discutiendo el día anterior —Pensé que era una gilipollez, pero no lo era. Luego Cartman se metió, diciendo la cosa más racista que he escuchando nunca.— puso sus ojos verdes en blanco —Así que, bueno, le pegué.—
Joder, Cartman no había cambiado nada, no había aprendido nada. Anda que meterse donde no le llaman, y más en una pelea física.
Una vez más, me eché la culpa de la situación.—¿Sabes? En parte es mi culpa.— cuando dije eso, supe que no había vuelta atrás, que me iba a abrir de más —Desde que comencé a ignorarle se comporta muy agresivo.—
—¿Cómo va a ser tu culpa eso? Cállate.—
Me pegó suavemente en el brazo, pegando una calada a su cigarro, yo hice lo mismo, casi olvidando que tenía uno. Me mantuve en silencio un rato, escuchando la charla que me estaba dando. Sabía que sus palabras eran ciertas, que yo no me podía echar la culpa, pero estaba tan metido en la mierda que ya no podía salir.
Nada de lo que dijese iba a hacer que dejase de pensar que yo era el culpable de todo.
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Este capítulo se extendió más de lo que esperé, igualmente espero que lo hayan disfrutado :^
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S M O K E ☆ style ¡
Fanfic───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── it's just a cigarrette and it harms your pretty lungs ───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── La vida de Stan Marsh era una miseria. Su vida, y él mismo. Todo a su alrededor se evaporaba como el humo. Sólo necesitaba una vía de escape, algo que lo alej...