Yoongi ha sido el esposo trofeo de Taehyung por casi cuatro años, nunca se había quejado hasta que comenzó a hartarse de la monotonía en la cama.
Pero gracias a su mejor amigo es que conoce a JungKook, un caliente universitario que ofrece servicios...
JungKook podía escuchar cómo su hermano iba de un lado al otro de la cocina, tomando ingredientes para preparar lo que sería su almuerzo del día.
Había despertado con un muy buen humor que no estaba muy seguro a qué atribuir.
Si a su trabajo exitoso, a su hermano... o a su última conversación con Yoongi, en donde después de mencionar a su esposo le había dicho que lo citaba para hablar.
Lo atribuía mayormente a que estaba siendo poco a poco más conocido.
Cuando recién había conocido a Yoongi tenía poco más de doscientos mil seguidores en su página de twitter.
Sin embargo ahora contaba con más de medio millón de personas que miraban su perfil y estaban atentos a lo que subiera de manera gratuita.
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Cuando recién había comenzado. Realmente nunca creyó que tendría el nivel de alcance con el que ahora contaba, estaba impresionado.
Los chicos de su universidad pagaban bien, pero los hombres casados, divorciados o viudos; eran los que en realidad le permitían seguir pagando el alquiler y la escuela.
Por un momento, cuando había comenzado a crecer había considerado dejar de estudiar, pero su hermano, siendo la voz de la razón como siempre lo había sido, le había dicho que no, que ahora podía vivir de su cuerpo pero que también debía pensar en su futuro.
Así que pensó que estaba bien; de cualquier modo sólo le quedaba un semestre cuando lo había considerado y su horario fue bastante flexible. Entonces siguió yendo, siendo el chico más popular del campus y teniendo toda esa atención algo incómoda al principio a la que luego se acostumbró e incluso aprendió a aprovechar.
Recuerda cómo antes subía todos sus videos, los que le permitían subir sus clientes, a su página de twitter, algunos de veinte minutos, incluso más.
Sin embargo, hace quizás tres meses uno de sus amigos le había recomendado abrir un perfil en alguna página en la que no podrían ver su contenido si no pagaban una justa cantidad antes.
Al principio había estado nervioso; sus seguidores estaban acostumbrados a obtener el contenido de manera gratuita y a él no le molestaba concederlo así. De cualquier modo él seguía ganando el dinero que sus clientes pagaban. Clientes que ahora eran demasiados ya que incluso tenía una lista de espera de casi un mes.
Una lista de espera en la que por cierto su cliente favorito jamás tenía que esperar.
Pero cuando hizo su perfil en esa aplicación, colocando una cantidad de dinero para ver sus videos y notó cómo en realidad las personas sí pagaban para ver, no pudo estar más feliz, además de sorprendido.
Seguía subiendo contenido a twitter, adelantos de videos o incluso algunos videos gratuitos de vez en cuando.
Así que ahora obtenía bastante dinero de sus clientes, sumado a la cantidad casi ridícula que conseguía de los videos por cobrar. Ahora ganaba casi el triple, y todo eso lo agradecía, siempre recordando las palabras de su hermano.
