Yoongi ha sido el esposo trofeo de Taehyung por casi cuatro años, nunca se había quejado hasta que comenzó a hartarse de la monotonía en la cama.
Pero gracias a su mejor amigo es que conoce a JungKook, un caliente universitario que ofrece servicios...
Yoongi escuchó pequeñas risas a lo lejos; poco a poco haciéndose más cercanas sintiendo esta vez una caricia sobre su cabello que supo identificar al instante.
Abrió los ojos lentamente encontrándose con el rostro de Jimin mirándolo fijamente, con esa sonrisa encantadora.
-Buenos días cariño -saludó Kim a penas terminó de abrir los ojos
Yoongi sonrió denotando su cansancio.
-Buenos días Minnie -encogió los brazos sobre sí mismo
Jimin se acercó hasta besar su mejilla tomando asiento a su lado sin dejar de acariciarle el enmarañado cabello.
-Yoonie -comenzó a hablar -Sé que quizás con todo lo que está pasando no has pensado en ello, pero en dos días será tu cumpleaños número veintinueve y quería saber cómo quieres celebrarlo
Yoongi quedó en silencio un momento; Jimin tenía razón, en realidad no había pensado en eso así que no tenía un plan o algún deseo en particular.
Usualmente salía de viaje o simplemente estaba en casa teniendo la visita de Jimin y Namjoon, nada era realmente estrafalario porque así le gustaba.
-No lo sé Minnie -se recargó sobre uno de sus codos levantándose levemente -No me dan ganas de hacer algo en realidad
-Ay vamos -rogó su amigo avanzando hasta quedar realmente cerca; tomó sus manos acariciándolas con sus dedos sin quitar su sonrisa en ningún momento -Hagamos algo, aunque sea algo pequeño, podríamos salir a cenar o ir a la playa, Nammie y yo podríamos pedir el día
-Por supuesto que no Minnie -intervino en cuanto escuchó la última oración -Ustedes ya están haciendo demasiado por mi como para que todavía interrumpan su vida
-Amor es algo que queremos hacer por ti, además ya te lo habíamos dicho -acercó más su rostro dejando un beso sobre su mejilla antes de moverse para bajar de la cama -Nos encanta tenerte aquí
Yoongi no dijo nada más, sentía que no tenía nada más que decir en realidad así que mejor calló, mirando cómo su amigo salía de la habitación.
-Vamos a desayunar cariño
Suspiró antes de quitarse las sábanas de encima dirigiéndose al baño. Habían pasado unos días desde la última vez que había visto a JungKook, todo se sentía extraño.
No esperaba que el chico le insistiera al instante, pero tampoco había estado listo para de pronto ser completamente ignorado.
Era difícil cuando tenía una nueva notificación del muchacho subiendo alguna de sus clásicas publicaciones haciendo su trabajo.
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Parecía que su vida estaba de lo más normal, eso lo ayudó a abrir los ojos de la manera más abrupta posible.
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