25.

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Nubes y conejos

— Niño A-Dao,venga aquí que lo voy a bañar. ¿Ya vió su cabello? está muy desordenado.— Madame Xuan,la institutriz del niño, se acercó hasta la cama donde estaba su joven amo para levantarlo sobre sí mismo.— No,no,no mire cómo está,sus cabellos están todos hechos un desastre

La señora acarició su cabeza con gentileza,el niño no hizo más que mirarla muy soñoliento.
Se rascó la cabecita,se echó un bostezo y finalmente se reincorporó para tallarse los ojos una vez que estuvo completamente despierto.

— Buenos días madame...tengo sueño,pero no quiero que mi tío abuelo se enoje conmigo por levantarme tarde.— Sonrió con una suave voz muy pacífica,típica de un niño.

— Ya,arriba!.— Con sus frías manos lo puso de pie,le ayudó a quitarse la pijama y sin verle nada lo llevó hasta una tina con agua demasiado tibia que terminó de despertar al menor. — No me vea así,tengo órdenes estrictas,Lan Qiang dijo que el agua muy caliente le quemaría su piel,además todavía es un niño no soportará mucho calor

— ¡Pero está muy fría!.— El niño se puso amabas manos alrededor de su torso y se sentó en posición fetal.

— Oh,dios. Bueno,mejor no se mueva voy a lavarle el cabello.— Dijo mientras buscaba en el tocador del niño.— Mire, alguien le mandó este jabón para pelo seguro que le queda bien. Huele muy rico, como a perfume de rosas

— Huele...rico.— Dijo con voz muy bajita el niño de ojos hermosos.

La institutriz le puso tan solo un poco sobre su cabeza y rápidamente la espuma creció. Era de verdad un buen olor,tan bueno como para estar impregnado en el suave pelo de su pequeño niño.
Ella talló una y otra vez en los flecos,en las puntas y en las raíces pero mientras hacía esto también cuidaba que no le cayera jabón en los ojos o que se le metiera agua en las orejas.
La mujer lo restregó bien,lo enjuagó y luego lo envolvió en una batita de baño color blanca.

Mientras el pequeño heredero Lan se secaba al lado de la ventana donde podía sentir los suaves rayos del sol  su institutriz buscaba su ropa en el armario,por el momento la ropa aún le quedaba un poco grande pero afortunadamente tenía a una mujer ingeniosa que estaba a su cuidado,ella lo ajustó muy bien a modo de que le quedara a la medida.

Al terminar, vistió rápidamente al niño,le puso sus botas, acomodó su cinturón y finalmente dejó que él se acomodara de nuevo el cintillo de la frente. Eso sí,en ningún momento se la quitó...

La mujer sonrió victoriosa,era una experta en cuidar de su dulce niño.

— seguro que tiene hambre,le daré un tazón de verduras. Venga con conmigo...

Ella se llevó al niño y él sonrió tiernamente a la mujer.

Lan Xie Dao era feliz con su institutriz y su vida alegre. Estaba encantado con los lujos que lo rodeaban,la belleza del descanso de la nube,lo brillante que era la inteligencia de sus padres pero sobre todo la tranquilidad con la que vivía en Gusu.
Era un niño muy feliz,muy calmado y cariñoso. Aunque ciertas cosas se le prohibían estrictamente eso no era obstáculo para que pudiera sonreír todos los días de su vida, aunque ciertamente le costaba hablar con más niños al menos tenía a sus padres que le hacían compañía.

Algunos discípulos de Lan estaban ciertamente impresionados con su actitud,pues aunque era obvio que lo trataban como la perfecta joya de la familia principal nadie lo veía como un niño egocéntrico o malcriado,más bien,era dulce y amable con cualquiera.

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2023 ⏰

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