Octubre de 1929
Le gusta Liam. El bruto idiota, el violento, el que maldice cada tres palabras, el cabrón que no lo toca desde el día del puerto.
Ese Liam.
¿Qué se supone que se hace ahora? Aidan puede acercarse y decir: «Bueno Liam, verás, te he dicho que me enamoré LIGERAMENTE del hombre del video. Vale, eso es solo una forma de decir que estaba insanamente enamorado de la versión idealizada de ti. Sí, lo sé, es increíble. Ni siquiera estoy seguro de que entiendas qué es idealizar. Pero bueno, el destino, el tiempo, una piedrita defectuosa o no sé qué diablos, me trajo aquí a tu lado. Pero odié que no fueras como imaginé ¿Sabes qué es lo irónico? Que también me gustas, así como eres, tan roto, violento, engreído y cuadrado. Pero me estoy muriendo de miedo, no quiero mostrarte más de mis debilidades o mis fisuras ¿Qué tal si tú me quieres también y prometes no hacerme mucho daño?»
Já. Já.
Para eso requiere un valor que no sabría ni de dónde sacar.
Con razón suele hacer todo sin pensar, si lo hace, se bloquea como un idiota. ¡Bien Aidan!
Durante la mañana ve a Liam rasurarse la barba con ayuda de Zaida, a Aidan le da un poco de envidia, él podría hacerlo si solo Liam se lo pidiera.
Está bien, lo cortó un poco la primera vez, pero Aidan está seguro que ha mejorado. Suri parece notar su incomodidad, da un par de golpecitos en su hombro.
—Empuja un poco y se va a quebrar. No tengas tanto miedo —dice Suri.
Toda la familia ha notado el comportamiento tenso entre ambos. Es esa conversación que flota en el aire, pero nadie quiere mencionarla.
Suri no habla mucho pero cuando lo hace suele desarmarlo.
—¿De qué tendría miedo? —contesta y aparta el rostro para no ser escrutado por la mujer, entonces se encuentra con los ojos de Liam. La sangre sube por su nuca.
—¡El abuelo tiene miedo de tío Liam! ¡El abuelo tiene miedo de tío Liam!
Dereck suelta a Suri y se pone a correr en círculos por el salón, justo frente al baño debajo de las escaleras, Aidan intenta pescarlo. Jodido niño. Prefiere atraparlo y hacerle cosquillas hasta la muerte a soportar los ojos de Liam sobre su nuca.
¿Cómo decirle algo que podría alejarlo por completo?
...
Suri limpia la barra en lo que Zaida se desliza alegre y bailarina entre mesa y mesa.
Es jueves, día de reabastecimiento. Aidan siempre se pone un poco nervioso en esos momentos, cuando las manecillas del reloj van avanzando y ellos esperan los camiones clandestinos de Sender Greco. Este jueves, sin embargo, no es el motivo de que Aidan no pueda respirar, sino el hombre frente a él.
—¿Qué quieres? —pregunta mirando los licores de la pared, la música lejana parece más un eco que una melodía. If I Had a Talking Picture of You se reproduce en el tocadiscos, toda la semana con la misma pista de una película que Aidan ni siquiera ha podido ver, pero con la que Zaida se ha encaprichado desde su estreno.
—¿Puedes dejar de estar tan a la defensiva? —pregunta Liam y extiende su mano como si le pidiera algo, pero Aidan no entiende qué.
El estómago le da vueltas, su mente quiere pensar que le pide un baile y él mismo se ríe con su idea. Liam va de tirantes y solo una playera blanca de manga corta, un look desenfadado y fuera de su atuendo de trabajo. Algo cálido envuelve a Aidan, ese pensamiento de querer ver al hombre en cada faceta de quien es.
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1929 Formas de Quedarme a tu lado
RomanceAidan se quedará a vestir santos pues lleva enamorado de un hombre cuyo único defecto es estar muerto. O eso creía hasta que un viaje en el tiempo lo arroja a los brazos de el sicario de una mafia en ascenso que ya no parece ser su hombre ideal. Lia...