Luego de lo sucedido el día anterior ninguno dijo nada al respecto. Apo ni siquiera podía mirar el rostro de Mile, se sentía avergonzado por su comportamiento, todavía recordaba que esa noche el mayor lo sostuvo todo el tiempo, incluso cuando durmieron.
Por primera vez Apo se sintió seguro en el palacio. El cuerpo grande y caliente de Mile contra el suyo le transmitía paz. No pudo evitar querer estar más cerca de él y enterrar su nariz en el cuello del mayor. Tal vez era consecuencia de la marca temporal que lo atraía hacia su esposo.
Su esposo, Mile era suyo para siempre, y aunque no quisiera aceptarlo, ese sentimiento de propiedad le gustaba un poco.
Habían pasado tres días desde aquel suceso, pero Mile jamás dejó de tratarlo como siempre. No lo dejó solo en ningún momento, temiendo que ahora que viviría de forma permanente en su casa fuera tragado literalmente por los lobos.
—Estoy tan cansado—Apo se quejó y se dejó caer en el sofá del despacho del pelinegro—
Mile dejó de leer los documentos sobre la enmienda de matrimonio que estaban proponiendo y miró al pequeño gatito gruñón. Todo este tiempo había estado engañado con la fachada de Apo de un joven risueño y centrado en sus deberes. El verdadero Apo era hablador, inquieto y refunfuñon cuando no tenía lo que quería. Ahora mismo,con un mohín adornando su bonito rostro y sus ojos verdes brillantes mirándolo fijamente parecía el gato más mimado del mundo.
—¿No se suponía que tenías una reunión con el duque Phaewin?—
—Bueno, parece que no estaba muy interesado en hablar conmigo. Solo dejó unas secas felicitaciones por nuestro matrimonio y se retiró—Apo se desinfló—Mile, a veces siento que no debería ser el rey consorte. Tus hombres me toman como una broma. No lo dicen abiertamente, pero sus acciones y miradas despectivas hablan por sí solas—
Mile apretó la mandíbula con fuerza ante las palabras de Apo. ¿Cómo era posible que no tuvieran el más mínimo respeto hacia su rey solo por ser un felino? La situación era peor de lo que pensaba. Por supuesto que tratarían bien a Apo en su presencia, pero cuando girara la espalda nadie lo voltearía a ver.
—Apo—Mile se pudo de pie y se sentó a su lado—mírame por favor—
El menor obedeció y los ojos de Mile sobre él le provocaron una sensación extraña.
—Eres digno de ser mi pareja y el rey consorte. Jamás dudes de tu capacidad de liderazgo por lo que puedan pensar o decir de ti—
—Mile, no tienes…—
—Sí, tengo que decirlo. Apo, eres la persona más noble, bondadosa y fuerte que he conocido. No tienes nada que envidiarle a un lobo. Eres perfecto tal y como eres—Apo no dijo nada esta vez, solo lo miró sin pestañear—¿tienes tiempo en la tarde?—
—Yo…—Apo parpadeó procesando la pregunta—sí, mi hermana me visitará pero luego estoy libre, ¿necesitas que te ayude en algo?—
—Quiero que vayas a un lugar conmigo—Mile le sonrió y dejó un beso en sus nudillos—lleva ropa cómoda—
Apo se sonrojó ante el gesto cariñoso y la mirada emocionada del otro. Pocas veces Mile actuó de forma tan relajada, pero él aprovecharía cada minuto con el Mile agradable y atento hasta que le toque descubrir su lado oscuro.
Más tarde, la princesa Wattanagittiphat se sentó en el sofá del propio despacho de su hermano. Estaba sorprendida, Apo se veía mejor de lo que esperaba. Pensó encontrarlo estresado y deprimido, pues no era sorpresa para ella que el castillo no era de su agrado por los otros lobos.
—Luces bien Po—ella tomó sus manos y las agarró con cariño—
—¿Tú crees?—Apo sonrió a la castaña—
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Catarsis//MileApo +18
Fiksi PenggemarMile PhakPhum, príncipe heredero del occidente de Lottus, jamás imaginó que su destino sería casarse con un príncipe cambia formas felino por el bien de su país. Su nación estaría en peligro si ambas familias no unían fuerzas, así que se ve obligado...