IX. Celos

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-¡No por favor, no! Te lo suplicó ¡No puedes hacerme esto, no puedes dejarme!- grito colérico entre lágrimas el moreno.

Leonardo coloco una de sus manos sobre el hombro de Miguel que lloraba mientras abrazaba a aquella persona.

-¡No puedes dejarme!- grito el moreno sin parar de llorar, cubriendo el cuerpo de la persona impidiéndole a Leonardo saber quién era.

-Miguel- murmuró Leonardo sin quitar su mano del hombro del mencionado, pero este lo miro.

-Es mi culpa- susurro -¡Es mi culpa, es mi culpa, es mi culpa!- mencionó sin parar lleno de coraje provocando que su cuerpo subiera su temperatura.

Leonardo retiro su mano del hombro del susodicho cuando sintió que el calor quemando su piel, poco a poco el cuerpo de Miguel se vio envuelto en llamas que se volvieron implacables.

-¡FUE MI CULPA!- gritó el moreno provocando que su cuerpo emanara llamas, provocando una explosión en aquel lugar que Leonardo no había observando con claridad.

Las llamas llenaron el lugar que se derrumbó rápidamente, Leonardo observaba a su amigo llorar y sufrir. A pesar de que esa visión se había vuelto una pesadilla constante, por más que San Juan intentaba descifrar de quien se trataba la persona en brazos de Miguel, el lugar donde se encontraban o porque su amigo decía tales cosas, no podía llegar antes de tal tragedia o ver más allá de eso.

Era la primera vez que veía a Miguel reaccionar así, nisiquiera en los entrenamientos o misiones había sido tan destructivo. Siempre sus llamas solo aparecían en sus brazos o manos, pero nunca en el resto de su cuerpo.

Para cuando despertó, su cuerpo estaba bañado en sudor y su respiración era agitada.

Tenía en claro ahora, gracias a la visión, que Miguel podría llegar a ser tan destructivo si algo le pasaba a alguna de las personas a las que amaba. Algo dentro de él le decía que podría ser Marco o Socorro, pero no estaba seguro. Nunca podía ver nada.

Se paso las manos por el rostro con frustración y después observo su alrededor, ya había pasado una semana desde que Hiro y Kubo habían regresado. Los dos plateados tenían un humor ligeramente más tranquilo e iban por el campamento con enormes sonrisas, casi no habían convivido con los morenos ya que todos tenían cosas en las que ayudar.

-Carajo- murmuró el moreno acostándose de nuevo en su cama y cerrando los ojos unos momentos, aquella visión siempre lo dejaba tan agotado pero por más que lo intentaba, no lograba dormir.

[...]

Hiro armo una red de electricidad lo suficientemente fuerte para que el metal que estampó contra ella saliera volando.

Sonrío cuando noto que su plan había funcionado, Kyle enarco una de sus cejas y atacó de nuevo con más metales que fueron regresados rápidamente por la red de Hiro la cual ahora manipulaba para que los metales dieran hacia su hermano, dañando en una ocasión sus ropas.

Deshizo su red y miro a su hermano con una sonrisa en la que mostraba sus dientes y el diastema en ellos, para acercarse hasta su hermano y darle una mano.

-¡He vencido al maestro!- mencionó en un tono alegre para después colocarla su puño en medio de ambos.

Kyle lo miro con una sonrisa y asintió, para después juntar su puño con el de su hermano.

-Me alegra que seas más fuerte, mocoso- Kyle miro a su hermano con amor para después despeinarle ligeramente su cabello con su mano.

Hiro protesto molesto por el acto y en un acto en vano, intento acomodar un poco su cabello.

The Crown (Higuel/Kuban/Marckyle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora