Chapter 10

629 89 2
                                    

Joy terminó los últimos acordes, y luego sacó la lengua y dijo—: Deprimente. ¿Feliz, Kenny? 

Minghao se rió y dio un fuerte grito. La multitud comenzó a aplaudir y silbar. Traté de levantar mis manos para unírmeles, pero pesaban como plomo en mi regazo. 

Miré a Jimin, y esta vez estaba mirándome. Sus ojos eran oscuros, y cuando nos conectamos, él no hizo ningún esfuerzo en apartar la mirada. Tal vez no había estado imaginando su mirada antes. Nos miramos el uno al otro mientras los aplausos se calmaban, y por primera vez en mi vida realmente entendí lo del "corazón latiendo fuera de tu pecho" porque se sentía como si algo dentro de mí estuviera desesperado por salir. 

Antes de volverme loco, aparté mis ojos, me puse de pie, y tiré del codo de Minghao. 

—Oye, ¿qué pasa? —Era muy bueno leyéndome, y vi como sus ojos pasaron de entretenidos a preocupados—. ¿Está todo bien? 

—Sí, claro. Es sólo que estoy cansado. ¿Puedes llevarme a casa? 

—Claro, por supuesto. —Presionó una de sus manos en mi mejilla como si fuera mi madre checando mi temperatura. Casi no quitó sus ojos de mí mientras decía—: Gracias por dejarnos compartir su mesa, Sr. Park. Nos vemos el miércoles. 

—Es Jimin, Minghao, por favor. Que los dos tengan una buena noche. 

Jimin sólo miró a Minghao cuando habló, lo cual probablemente fue lo mejor. Con un brazo alrededor de mi hombro, dejé que mi amigo me llevara fuera del arco junto a la propiedad que llevaba hasta el estacionamiento. 

Nunca había estado tan agradecido de subirme a un auto oxidado que olía ligeramente a aceite y queso. Hao se subió junto a mí. —¿Estás seguro de que estás bien?

—Sí, lo prometo, sólo estoy cansado. 

—Bueno. —No se veía convencido—. Vamos a llevarte a tu casa entonces. 

Giró la llave, y nada pasó. Sin motor, sin luces, nada. 

—Oh... mierda. 

—¿Qué? —pregunté—. ¿Qué significa eso? 

—Significa que mi auto es un pedazo de mierda. 

Giró la llave de nuevo, y cuando nada pasó, golpeó con su palma el volante. Puse mis piernas sobre el asiento e incliné mi cabeza sobre mis rodillas. 

—Espera un segundo. —Hao se bajó del auto, y abrió el capó. Me quedé acurrucado en el asiento tratando de borrar mentalmente las últimas veinticuatro horas de mi cerebro. En algún momento, entre analizar cada mirada que me había dado Jimin esta noche y planear qué diría y cómo actuaría en nuestra próxima clase, debí haberme quedado dormido.

La siguiente cosa que supe fue que Minghao estaba sacudiéndome para despertarme, y el auto definitivamente seguía sin encender. 

Me froté los ojos, y me bajé del auto. 

—Lo siento, creo que estaba más cansado de lo que pensaba. 

—Escucha, no podemos encender el auto, y hemos intentado todo lo que se nos ocurre. 

Mi cerebro no registro el "nosotros" hasta que el capó comenzó a bajar, y Hao seguía de pie a mi lado. 

Y por supuesto, allí estaba Jimin de nuevo. Porque el mundo no podía hacer nada fácil para mí. 

—Incluso intentamos encenderlo usando la motocicleta del Sr. Park. 

—Ya te dije, es Jimin, Minghao. 

—Sí, sí, ya se. Así que de todos modos, como no vivo muy lejos... 

Oh, señor. No. Por favor no. Minghao era un Residente Asistente en uno de los dormitorios, lo que significaba que podía caminar hasta él. Yo, por otro lado, vivía a unos kilómetros del campus. 

𝑷𝒆𝒓𝒅𝒆𝒏𝒅𝒐𝒍𝒐 | 𝑱𝒊𝒌𝒐𝒐𝒌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora