Chapter 11

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Pensé cuán mala era la idea del beso exactamente tres segundos antes de dejar de pensar en todo junto. Su lengua se deslizó en mi boca, buscando, furiosa y demandante. Era pasión en su forma más cruda. Yo siempre había pretendido la química cuando los directores hablaban sobre los actores teniéndola juntos en un escenario, pero ahora la tenía. Lo que sea que pasó cuando me tocó fue como una reacción química, las moléculas cambiando, desplazándose, y desprendiendo calor. 

Dios, estaba tan caliente.

Carcajadas que reconocí como de Sejeong cortaron a través de la neblina de mi mente, y me arrancaron de Jimin. Había otros estudiantes fuera esperando para entrar. ¿Cuánto tiempo había estado allí solo con él?

Dio un paso hacia delante para seguirme, y levanté mi mano.

—¡Detente! ¡Detenlo! ¡No puedes sólo hacer eso! ¡Dijimos que lo olvidaríamos! ¡Lo dijiste, de hecho! ¡No puedes decir algo y luego hacerlo!

—Lo siento. —No parecía arrepentido. Parecía que quería hacerlo de nuevo.

Negué con la cabeza y me moví hacia la puerta.

—Espera, Jungkook, lo siento. No va a suceder de nuevo, ¿de acuerdo?

—Está bien. —Eso fue lo que dije, pero no se sentía nada bien. El actuó como si yo no quisiera ese beso tanto como él lo hacía, pero, ¡hola! ¡Tenía tanto que perder aquí como él! ¿Por qué era yo el único pensando en las consecuencias?

Salí para escuchar a Mingyu fanfarroneando con un par de chicos que se habían reunido cerca de las puertas. —El tipo es un completo idiota. Actuó como si hubiera estado tratando de violarlo o algo así. Fue sólo un beso. No es como si nosotros no lo hubiéramos hecho antes.

Rodé mis ojos. —Y de alguna manera fue incluso peor de lo que era antes. ¿No se supone que mejoras con el tiempo, Mingyu? —Sus amigos se rieron, pero escuché a Mingyu llamarme puta.

Seguí caminado. Tuve el tiempo suficiente para comprar la más grande taza de café antes de que pudiera encontrar mi próxima clase.

El resto de la semana trascurrió sin incidentes, afortunadamente. Jimin mantuvo su distancia, y tenía suficiente pasando para mantenerme distraído. Habíamos obtenido nuestras asignaciones en dirección, lo que significaba que era hora de apretarse el cinturón y leer lo que podría encontrarse en escena. El viernes en Preparación de Egresados hablamos acerca de nuestras audiciones, y él nos asignó un poco de lectura sobre la Asociación de Equidad de Actores. Así que pasé la mayor parte del fin de semana escaneando a través de todos los papeles que poseía (y la mayoría de Minghao), y leyendo el desglose más aburrido de la AEA conocido del mundo.

La semana siguiente eran las inscripciones para nuestra primer Audición de Escenario Principal este trimestre, y la siguiente la última para mí. Si no me iba bien el viernes, sólo tenía otra oportunidad más para otro show antes de graduarme. Había estado en el primer show del año, y en otro escenario–logrado, pero nada desde entonces. Ya me habían ofrecido ser Director de escena del último show del año, pero estaba demasiado asustado para aceptar todavía, en caso de que no lograra este papel. Dios, eso realmente empezaba a golpearme. Estaba a punto de graduarme, y mi vida no se encontraba en ninguna parte cerca de donde yo pensaba estar.

Cuando empecé la escuela tres años y medio antes, creía que para ahora ya tendría un plan. Pensaba que sabría positivamente lo que quería hacer y hacia dónde me dirigía. Y si era honesto... esperaba haber conocido al chico con el que me casaría. Es decir, cada pareja casada de la que sabía se había conocido en la universidad, y allí estaba yo a tan sólo unos meses de distancia, y la idea del matrimonio en este momento parecía demasiado absurda para mí.

𝑷𝒆𝒓𝒅𝒆𝒏𝒅𝒐𝒍𝒐 | 𝑱𝒊𝒌𝒐𝒐𝒌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora