Chapter 26

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Un collar de oro descansaba ponderado y pesado alrededor de mi cuello. Mi cabello tenía delicadas ondulaciones y joyas, y mi traje, aunque suelto y simple, era pesado y exuberante. Me senté mirando en el espejo del vestuario mientras la diseñadora de maquillaje colocaba los toques finales a mi cabello, y completé la solicitud del maquillaje escénico. Era la noche del estreno y, a pesar de mi pesado vestuario y joyería, sentí como si fuera a salir flotando. 

La emoción corría más rápido que la sangre por mis venas. 

Estábamos aquí. Finalmente. El estreno había sido retrasado una semana debido a la transmisión de enfermedades, pero, incluso así, pensaba que el espectáculo era bueno. Muy bueno. Y no estaba solo.

Sejeong llegó a toda velocidad dentro de la habitación, viéndose extremadamente hermosa como Afrodita. —Lo sé, lo sé. No tienes que quedarte mirando. Sé lo increíble que me veo. 

Sonreí, contento de tenerla de regreso. Había sido la única de mis amigos más cercanos en evadir la temible mono, lo que era increíblemente cruel, considerando que girar la botella había sido su idea. 

Había aparecido el último día de primavera para exigir que "dejáramos de ser niños remilgados y nos reconciliáramos", sólo para encontrarnos a Jimin y a mí acurrucados en la cama. Había entrado bastante rápido porque yo no había querido salir a bailar esa noche, y con una gran sonrisa salió de mi habitación diciendo: —No se preocupen por mí. Yo no vi nada. Mis labios están sellados. —Al principio, Jimin había enloquecido, pero desde entonces ella definitivamente se había convertido en un aliado. 

Sejeong le sonríe a Megan, la diseñadora que estaba terminando de arreglar mi cabello y dijo: —¡Se ve muy bien, Meg! ¡Eres fantástica! Creo que Alyssa te necesita para algo, así que tal vez quieras terminar esto rápido.

Megan asintió, rociando el producto final con medía lata de laca para el cabello antes de huir del vestuario. 

Sejeong se lanzó en la silla junto a mí. —De nada. Y primero, te ves hermoso. Estoy un poco envidiosa. ¿Afrodita no debería tener un mejor vestido? 

Coloqué los ojos en blanco. 

—De acuerdo, está bien. No importa. Segundo, vas a estar increíble esta noche. En serio. Como, tan increíble que te den un Tony*. Tercero, rómpete una pierna. —Se inclinó y lamió un lado de mi rostro, una rara tradición antes del espectáculo que había hecho desde que la conozco— . Y, por último, hay alguien más esperando afuera para desearte un buen espectáculo. Tienes cinco minutos hasta el calentamiento. Puedo prometerte privacidad por tres, así que mejor tomas ventaja mientras puedas. 

Me dio rápidamente un beso en la mejilla, saltó hacia la puerta y la cerró detrás de ella una vez que Jimin se había deslizado dentro.

—Hola —dijo.

—Hola.

Dio un paso más en la habitación y se detuvo. Era desconcertante verme en docenas de espejos por toda la habitación. Así que me concentré en él, lo cual no era difícil. Se veía hermoso como siempre.

—Te ves... —se detuvo, mirando mi elaborado traje azul medianoche.

—Si dices lindo, te arrancaré la piel vivo.

Sonrió y me atrajo a él. Con cuidado de no correr el maquillaje, me dio un beso en mi cuello en su lugar, luego bajó y dio un beso por encima de mi corazón, justo por encima de la línea de mi camisa. Me aferré a sus hombros, sintiendo un desvanecimiento ante su toque.

Dijo: —Iba a decir que te ves increíblemente sexy. Me alegro de que no seas mi padrastro.

Me reí. —No estoy seguro de que ser tu estudiante sea mucho mejor.

𝑷𝒆𝒓𝒅𝒆𝒏𝒅𝒐𝒍𝒐 | 𝑱𝒊𝒌𝒐𝒐𝒌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora