Perfecta Casualidad

(Cap. 13) Sarah Se Quedó Corta

Esa noche se me hizo eterna. Dormí plácidamente. Se nota que me dormí temprano. La verdad es que los últimos días en la universidad fueron agotadores. Por suerte ya salí de ahí. Debo recoger mis calificaciones el próximo jueves más tardar; eso es lo menos que me preocupa. Siempre he salido bien en mis notas. En mi trabajo, la clase de hoy comenzaba a las 9:30am. Eran las 8:30am así que decidí levantarme para prepararme y empezar mi día. No sé porque, pero presentía que seria largo. Quizás sea por los nervios del casting, sí, tenía que ser eso. Nunca fui una persona nerviosa, siempre era bien decidida así que esta no tenía que ser la excepción. Ya eran las 9:00am y recogí mis cosas, incluyendo mi ipod que estaba en el ordenador, para salir. Kris no se había levantado y no quise despertarla así que le dejé una nota en la mesa.

"¡BUENOS DÍAS! ME FUI A TRABAJAR. GACIAS POR CONSEGUIRME LA CANCIÓN. NOS VEMOS POR LA TARDE, NO TAN TARDE ESPERO. DESEAME ÉXITO EN EL CASTING" Att. Tanny PD. TE QUIERO

Salí de mi casa rumbo a la academia. Aún me sentía rara; debían ser nervios o algo así, pero no entiendo el porqué. Yo no soy así. Tomé la decisión de ignorarlos a ver si así se me pasaban y me puse a escuchar la canción en el ipod mientras llegaba. Iba pensando en pasos, pero no estoy segura de si lo estaba haciendo en la mente o los estaba realizando. Probablemente era la segunda ya que noté en algunas ocaciones que me miraban. Debo parecer una loca, pero lo siento; no puedo evitarlo. La música es parte de mi.

Llegué justo a tiempo. Chepita me había hecho el favor de abrir y ya había limpiado todo. Mis chicas comenzaron a llegar como a las 9:15am. Decidí que hoy seria calentamientos, rutina y pasos libres. Tengo que reconocer que mis estudiantes son todas buenas. Al final de la clase las mandé a sentar haciendo un círculo.

-Como saben, pronto tendremos una presentación y ya he encontrado la canción que nos hacía falta-les dije y todas se quedaron en silencio esperando a que les dijera-Bueno, la canción es nueva, la dieron ayer por vez primera en la radio.

-¿Qué canción es, Srta. Russell?-preguntó una de mis alumnas.

-Se llama Back To Love de un tal, Jay...jay...-titubee, no recordaba bien.

-Jay...Z, Alvarez-adivinada mi alumna-mm este, Sean-ese mismo, pensé.

-Sí, ese. Jay Sean-dije-¿alguien aquí la escuchó?-pregunté y nadie contestó-Supongo que eso es un no, pero no se preocupen yo se las enseñaré hoy-todas cambiaron la cara de preocupación.

Me dirigí a buscar mi ipod para conectarlo al componente, mientras seguí hablando.

-La canción no es la gran cosa, pero me llamó la atención su ritmo y ese ritmo es justamente el que nos hacía falta-dije-más es pegajosa y le dan ganas a cualquiera de bailar y eso es precisamente lo que queremos-busqué la canción y le di "play".

Rápidamente el salón se llenó de esa melodía; se llenó de esa voz que me envuelve tanto y de ese ritmo que me estremece todo el cuerpo. Todo me llamaba a bailar. Noté que a mis alumnas también les pasaba lo mismo y eso me hizo sentir satisfecha. Sabía que no habrían peros en contra de mi elección, como siempre. Mis gustos son flexibles y hasta hoy no había tenido problemas con diferencias de gustos.

Al minuto y medio, más o menos, todas, incluyéndome, comenzamos a bailar por todo el salón. Incluso, Chepita, nos acompañó. Terminamos todas tiradas en el suelo riéndonos.

-Ven que es cierto-dije entre risas-hasta Chepita salió bailando-todas rieron.

La hora que nos quedaba nos la pasamos hablando y sugiriendo pasos y pedazos de rutinas para montar esa coreografía. Dieron las 12:30pm y todas mis chicas se fueron muy contentas; eso me hacía feliz. En ese momento salió sonando el teléfono y fui a contestarlo.

*LLAMADA*

-¡Buenos días!-contesté-Academia de baile, ¿en qué podemos ayudarle?

-My little girl-rápidamente supe quién era.

-¡Abuelo!-casi grité-¿cómo estás?

-Bien, pequeña y ¿tú?

-Bien, abuelito. ¿Ha pasado algo?

-No, mi niña. Solo quería saber si ibas a ir al casting.

-¡Oh! Pues sí, iré. Justamente ya salí, iba a ir hacia allá ahora.

-¡Eso! Pues dale, sal que yo te llevo.

-¿En serio, abuelo? ¿Estas ahí afuera?

[Escuché la bocina de un auto]

-Salgo ahora, gracias, abuelo.

-No hay de qué my little girl.

*FIN DE LA LLAMADA*

Antes de salir me topé con Chepita.

-Chepita, te encargo mi vida-le dije.

-No te preocupes, Tanny-contestó.

Le di un beso y salí. Allí estaba Roberto sosteniendo la puerta para que yo entrara.

-Gracias, Roberto-le agradecí.

-De nada, señorita-y me regaló una hermosa sonrisa.

Rápido que estuve dentro del auto le di un fuerte abrazo a mi abuelo. Le di la dirección a Roberto y dijo que, aproximadamente, en media hora estaríamos allí. Todo el camino la pasé hablando y haciendo chistes con mi abuelo. Cuando llegamos mi abuelo se antojó de acompañarme.

-My little girl-dijo serio-yo entraré contigo porque conozco muy bien este tipo de agencias y muchas veces se aprovechan de jóvenes como tú y eso sobre mi cadáver te pasará.

-No exageres, abuelo-me reí.

-Sí, ¿verdad?-contestó con cara de confundido y se rió-No importa aún así te acompañaré, esto también es como cualquier otro negocio y para eso sí que soy bueno-sonrió, maliciosamente, de tal manera que enseñó toda su dentadura perfecta y eso me dio más risa.

Entramos, era como la 1:10pm. No estoy segura. Me acerqué a la recepción y recordé que solo sabía que era un viejo amigo de Sarah, no me sabía el nombre y ¿ahora qué hago?

-¡Buenas tardes!-dijo la recepcionista-Bienvenida a la Academia de Modelaje McDaniels ¿en qué puedo servirle?

-B...uenas...Tardes...-titubeé-He venido por un casting, pero la verdad es que no sé el nombre de la persona que iba a recibirme-le dije y me miró medio raro-vengo de parte de Sarah Dawson.

-¿Sarah Dawson?-escuché qué alguien hablo detrás de mí.

Me voltee y vi a un hombre que fácilmente tenía estaba entre los treinta y cinto y cuarenta años. Se veía bien, estaba bien cuidado. Era apuesto, guapo, elegante.

-Sí, señor. Ella me envió para acá-le contesté-Me llamo...

-Britanny Russell-me interrumpió y dijo mi nombre con una gran sonrisa en su cara y mirándome de arriba, abajo.

Sonreí y me di cuenta de que mi abuelo carraspeó y supe que fue por la interrupción y me reí internamente. A veces abuelo se pasaba de educado. Entonces se volteó y le dijo a la Señorita.

-Yo me encargo-ella solo asintió.

Se giró nuevamente hacia a mí y me brindó su mano, la tomé y me plantó un beso en ella.

-Mucho gusto, mi nombre es Edward McDaniels- se presentó y me di cuenta de que la academia se llamaba igual; lo más probable es que él fuera el dueño.

-Un placer-dije y sonrió, entonces recordé a mi abuelo-Él es mi abuelo, Joseph Brown-abuelo se acercó y se saludaron.

-Su nombre se me hace conocido-dijo-¿empresario?-preguntó.

-El mismo-dijo abuelo con una sonrisa y conociéndolo, sabía que había un poco de guille envuelto en ella.

Edward volvió a dirigirse a mí.

-Sarah me habló mucho y muy bien de ti-dijo-pero la verdad es que se quedó corta-me sonrojé un poco-Es usted muy hermosa.

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Edward McDaniels en Multimedia