Perfecta Casualidad

(Cap. 20) Ella Voló Libremente

-¿Estás listo para perder en ajedrez?-lo reté

-¿Estás lista tú?-dijo juguetón.

Así pasamos el día. Jugando y tratando de adivinar el movimiento del otro. La verdad es que el abuelo es bueno. Muy bueno diría yo, pero no más que yo. El tiempo se nos pasó volando y al final gané 2 y él 1.

-Bueno, abuelo, yo ya me voy-dije-mañana madrugo y parece que los tortolitos no piensan llegar.

-Déjalos-dijo-eso quiere decir que la están pasando de maravilla

-No lo dudo, abuelo, no lo dudo - coincidí con él

-Le diré a Roberto - dijo mientras se ponía de pie - ¡Millie!

-¿Qué se le ofrece señor? - apareció en la puerta

-La niña ya se va, avísale a Roberto - le dijo

-Si es todo, permiso - dijo y se retiró

-¿Mañana te gradúas cierto? - me preguntó

-Sí, así es, mañana a las 9:00 se cumplirá una meta más en mi vida - dije - y una más en la que ellos no van a estar - susurré, pero supongo que no fue lo suficientemente bajito porque abuelo se dio cuenta

-No digas eso, little girl - me dijo - Ellos siempre, escúchame bien, siempre han estado contigo porque aunque no los puedas ver, estoy seguro de que sí los puedes sentir y de que siempre están aquí - señaló mi corazón - y aquí - señaló mi cabeza - y eso es lo que realmente importa, que siempre los lleves presente como ellos a ti porque sé que todo este tiempo te han estado vigilando y cuidando hasta los sueños.

-Tienes razón lelo - le dije

-Claro que la tengo - dijo y me limpió las lágrimas que se me salieron sin permiso - y sabes de qué otra cosa estoy seguro

-¿De qué? - pregunté

-De que a ellos no les gusta verte llorar - dijo - y a mi tampoco me gusta Little girl. Come here and give me a hug - dijo y lo abracé muy fuerte

-Ellos estarán allí - me dijo al oído - quizás en un rayo de luz, en el canto de los pajaritos o tal vez hasta en alguna mariposa que por allí pasee y yo también estaré allí, viendo lo mucho que has crecido y dándole gracias a Dios por el día en el que puso a tu padre en mi camino dándome así la oportunidad de tenerte en mi vida y de una vez volver a prometerle y recordarle a tu padre que siempre estaré allí para ti, que nunca te abandonaré y que te daré la protección física que ellos ya no pueden darte ¿sabes por qué? - a estas alturas yo estaba sumida en llanto - porque te quiero muchísimo. Te quiero desde el momento en el corrí con tu padre hasta el hospital porque tú habías decidido nacer antes de tiempo, porque desde que te vi por vez primera iluminaste mis ojos tal cual lo había echo mi Chris y porque desde que escuché tu llanto supe que algún día crecerías, pero para mi seguirías siendo my little girl

-Eres el mejor abuelo del mundo - le dije

-Y tú la mejor nieta - me dijo antes de separarse, secó mis lágrimas con un pañuelo que se sacó del bolsillo y luego besó mi frente

-Siento haber manchado tu camisa - me disculpé

-No te preocupes, tus lágrimas son santas - me dijo

-Permiso, señor, Roberto ya está esperando a la señorita - entró Millie

-Anda mi niña, mañana te veo y no te desveles - me dijo

-No lo haré y gracias por todo, eres el mejor - le dije

-Dime algo que no sepa - se encogió de hombros graciosamente y me sacó una sonrisa - ¡Eso! Never stop smiling, my little girl