Perfecta Casualidad

(Cap. 1) 9:45

Ese sábado desperté con más ganas que nunca. Pues claro era mi cumpleaños, 20 añitos bien cumplidos. Como de costumbre me levanté y fui a prepararme para ir a trabajar. En realidad conseguir este trabajo fue un milagro, porque hoy día tener un trabajo en lo que te gusta hacer es muy difícil, pero yo lo conseguí. Tengo un puesto en la academia de baile y no es por guille, pero allí todos están contentos de tenerme. Dicen que soy la mejor. Ya estaba lista y salí de mi habitación rumbo a mi trabajo, pero Kristen me detuvo.

-¿A dónde crees que vas Britanny Russell?-me dijo con cara de caerme encima. De hecho así fue. Se me tiró encima. Ella siempre con sus cosas.

-Pues al trabajo, ¿a dónde más?-le pregunte retóricamente.

-¡Ah! Si, si, si, claro; pero ¿sin desayunar?-me pregunto con la ceja enarcada y con una expresión de que pasa algo.

-¿Qué pasa Kris? Sabes que yo no desayuno aquí porque no me da tiempo. Es más, ya estoy tarde.-dije mirando el reloj.

-Si, si, si, como digas Tanny, pero-puso los ojos grandes e hizo como si fuera a reprenderme-¿Tu crees que tu mejor amiga del alma no arregló eso ya?-la miré con cara extrañada.

-¿De qué hablas?-le pregunté.

-¡Ay! Ni el día de tu cumple dejas de ser un tubo cerrado con siete llaves-dice bromeando- Tanny, desde la semana pasada arreglé tu horario de hoy; entras a las 10:00am, no a las 9:00am y son las 8:30am.

-¡Oh!-dije sorprendida, no puedo creer que ella haya podido hacer eso sola. Es mucha responsabilidad y organización y eso no es lo de ella.

-¡Oh!-dijo imitándome, me río porque de verdad que eso sí se la da bien- Vente, te preparé el desayuno.- Ahora sí que sé que pasa algo. Ella odia hacer el desayuno.

-¿Es en serio? Tú, ¿hiciste el desayuno?- puso los ojos en blanco jaja se ve tan graciosa haciendo eso. Me acerqué al comedor y veo el desayuno completo. Desde los pan cakes, hasta el zumo de naranja, con la rosa amarilla que tanto me encanta en medio de la mesa.

-¡Eh, eh, em!- se aclaró la garganta- ¡Feliz cumpleaños! ¡Te quiero amiga! ¡Estás viejita!- dice gritando como loca y vuelve a tirarse sobre mí.

-¡Gracias Kris!-grite igual a ella y la abracé. Reconozco que sin ella, yo no sería nada. Le debo todo.

Nos sentamos juntas a platicar mientras desayunamos. En realidad todo le quedó muy bueno.

-¡Oye! ¿De verdad lo hiciste tú? Porque quedó muy bueno-le dije.

-No, lo hizo el perro de la vecina- respondió poniendo los ojos en blanco. Me eché a reír y agrego con un tono dramático-Tanny, me estas ofendiendo- se rió y luego dijo- ¿Sabes? que no me guste cocinar, no significa que no sepa hacerlo- me hizo una guiña.

Pasaron par de minutos y seguimos platicando sobre los estudios. A pesar de que compartimos muchos gustos, ella estudia Fotografía y yo Administración de Empresas; la verdad es que se me dan muy bien los números también. Así pasó el tiempo, pero de momento miro el reloj y pongo los ojos más grandes que los de un búho.

-¡Rayos!-doy un brinco-Llegaré tarde, ya son las 9:45-exclamo.

Kristen empezó a reírse de mi expresión. Yo agarré mis cosas y salí de la casa, casi volando, con Kris pisándome los talones.

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