(Cap. 14) El Casting

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Siempre había sabido que era una chica bonita, ¡Claro! igual que mi madre, pero lo físico para mí no es tan valioso como los sentimientos. Además de que no me gusta presumir y mucho menos echarme guille; ese tipo de orgullo no cae conmigo.

-Gracias-le dije.

Nunca antes alguien me había dicho eso, bueno sí, pero nunca fue así directamente. Solo eran comentarios y rumores a los cuales ignoraba. La verdad es que no desperdicié mi tiempo con chicos inmaduros y siendo sincera NUNCA tuve un novio. Nunca me he enamorado.

-De nada, hermosura-dijo y me sacó de mis pensamientos-¿Estás lista?-preguntó.

-Sí, no sé si Sarah le comentó-comencé a decirle-pero yo no sé nada de esto. Así que haré lo que usted me diga.

-Dime Edward, por favor-me pidió.

-Esta bien, Edward-dije y sonrió.

-Sí, algo me dijo-comentó-Dijo algo de que eres bailarina, ¿cierto?-pregunto y asentí-Muy bien, ya eso es un buen comienzo. Por tus habilidades, tu cuerpo no necesitará mucha ayuda en movimientos, flexibilidad, seguridad, equilibrio, entre otras; ¿me entiendes?

-Sí-contesté seguido.

-¡Bien! Pues vamos--nos hizo señas para que lo siguiéramos--No tenéis que asustarte, solo son pruebas de rutina. Cosas simples, sencillas y estoy seguro de que las harás bien y si no, no me importa. Me has dejado tan impactado--creo que me puse roja otra vez--que si hay alguna dificultad, cosa que dudo, yo mismo me encargaré de ayudarte porque para eso es esto, para enseñar. Aunque ya muchas academias no lo hacen. Solo se ocupan de robar dinero--sentí la mirada de abuelo en mi espalda--o a aceptar jóvenes que ya tengan conocimiento en esto por no pasar trabajo.

Se detuvo delante de una puerta y la sostuvo para que entráramos. Era un salón un poco parecido al mío. Tenía una pared de espejo y una pasarela. El mío también tenía espejos, pero eran las 3 paredes y en ellas cruzaba el tubo dorado. Supongo que el baile y el modelaje tienen bases comunes, así que espero que no se me haga difícil.

Edward le ofreció una silla a abuelo y puso otra más adelante. Edward me llamó, le di mis cosas a abuelo y respiré hondo. Esto acababa de comenzar.

-Bueno, Tanny comenzaremos viendo tu postura y tu paso. Eso incluye, tiempo, forma, estilo y contacto visual-eran muchas cosas, pensé, pero no podía ponerme nerviosa, ahora NO-Ve a la pasarela y muéstrame cómo tu caminarías por ella. Mientras lo hagas debes mirar hacia un punto que haga que tu mirada al igual que tu cara esté totalmente derecha. Tu boca es opcional, hay modelos que son serias y otras llevan su sonrisa-se rió-En lo personal, diría que tu sonrisa no es para esconder-¡Empecemos!

En cuanto dijo eso, acepté esto como un reto y yo cumplo mis retos así que: ¡Manos a la obra! Me fui rumbo a la pasarela. Edward se sentó con unos papeles y con un control puso una música de fondo. -¡Música! "Perfecto"-pensé. Ahora se me hará más fácil. Miré a mi abuelo y me di cuenta de que los nervios los tenía él, eso me provocó risa. Bueno ya es hora. Busqué ese punto y salí dando mis pasos.

Me sentí como pez en el agua. No sé si lo estaba haciendo bien, pero sentía que sí. Era como si estuviera bailando. Yo solo estaba caminando, pero dándole un toque rítmico y un poco sensual y sobre actuado a mi caminar.

*PUNTO DE VISTA DE EDWARD*

Le di las instrucciones, saqué los papeles de observaciones y prendí la música de fondo. En cuento salió, noté que hizo lo que le pedí. Buscó el punto. Su cara es perfecta, su perfil también. La verdad no sé para qué le hago esta prueba. Ella es perfecta. Es una maravilla. Su belleza y naturalidad irradia luz como las estrellas. Su paso era exquisito, no era rápido ni lento y era sensual, atractivo. Es de esas muchachas que solo por su caminar llaman la atención. Justo lo que se busca en una modelo. Es tan perfecta que no me deja de impresionar. Mi instinto sabía que no necesitaría ayuda. Mi instinto me dijo, desde que la vi, que ella nació para esto y más.

...

*PDV BRITANNY*

Hice todo lo que me pidió y me di cuenta de que por todo lo que yo hacía, Edward, parecía maravillado. Diría que estuvimos así unos 30 o 45 minutos. No recibí ninguna critica en el proceso, pero eso no significa que lo haya echo bien, quizás me dirá algo al final. Edward detuvo la música y yo me fui acercando.

-Toma, te la mereces-me ofreció una botella de agua bien fría.

-Gracias-dije, la verdad si que me caería bien, tomé y hablé- y ¿bien?-pregunté.

-Y ¿bien?-repitió

Estuvo unos segundos, que a mí me parecieron eternos, callado. Eso me altera los nervios. ¿Qué estaría pensando? ¿Hice algo mal? ¿No le gustó? ¿No sirvo para esto? ¡Dios! que hable ya.

-Britanny Russell, usted...-volvió a parar ¡Ay! Por favor ya ¡suéltalo! pensé- ¡Usted nació para esto! ¿¡Dónde rayos estaba escondida!?

Mis nervios y ansias fueron tantas que cuando escuché eso, no puede evitar abrazarlo. ¿¡Qué hice!? Pensé y lo solté.

-¡Ay! Perdón, Edward-me disculpe.

-No te preocupes-dijo-ven acá-y esta vez me abrazó él.

Después del abrazo me dirigí a mi abuelo y este tenía mi emoción pero triplicada. Lo abracé también. ¿¡Cuánto quiero a este viejo!?

-Te quiero, abuelo- le susurré-gracias por estar aquí.

-De nada my little girl, te quiero muchísimo más-me contestó.

-Siento interrumpir-dijo Edward-se ven tan emocionados. ¿Estás de acuerdo en firmar el contrato ahora?-me pregunto.

-¡Por supuesto!-la emoción era tanta que no podía parar de sonreír ni calmar mis emociones.

Salimos del salón y nos dirigimos a su oficina allí le entregó los papeles a mi abuelo para que este se asegurara de que estuviera en orden. Así fue, todo indicaba que estaba bien, así que lo firmé. Aquí empezaba una nueva etapa en mi vida. ¡Wao! De bailarina a modelo y posiblemente de modelo a empresaria. Que giros los míos, así que tengo que aprovechar lo que me queda.

-Tengo entendido que trabajas los Sábados de 9:30am a 12:30pm, ¿cierto?-preguntó y asentí-y ya terminaste la universidad ¿verdad?

-Sí, debo ir a recoger las calificaciones creo que este jueves y los actos de graduación sería viernes o lunes-le comenté.

-¡Okay!-dijo-Entonces empiezas aquí la próxima semana, para que así no tengas problemas. Sería Martes y Jueves de 10:00am a 2:00pm. El almuerzo lo proveemos nosotros. Solo debes estar presente.

-De acuerdo-dije-Entonces nos veremos el martes-le di la mano y abuelo también.

-Nos vemos-dijo Edward.

-¡Muchas gracias por todo!-dije antes de salir.

-Gracias a ti, yo no hice nada-dijo guiñándome un ojo.

Salí con mi abuelo de la academia con una gran sonrisa. Me sentía satisfecha por todo lo que hice allí adentro y por todos los halagos recibidos. Roberto nos sostenía la puerta para que nos subiéramos al coche.

-¡Felicidades, señorita!-dijo Roberto. Mi abuelo y yo nos miramos y rompimos a reírnos ya que como Ninguno de los dos le dijo nada, nos dimos cuenta de que nuestras caras debían decirlo todo.

-¡Gracias, Roberto!-logré al fin contestarle.

Perfecta CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora