Donde Jimin, una persona que se asegura heterosexual, es obligado por su mejor amiga lesbiana a ir de vacaciones a "Pied Piper" la famosa isla para gays.
Solo es una isla desbordada de homosexuales, ¿Que le podría pasar a un hetero? ¿Verdad?
◎ His...
Jimin se encontraba en la ventana de su habitación y la fría brisa nocturna chocaba con su rostro haciéndole estornudar, pero de ninguna manera se despegaba de ella, pues, sentía que merecía ese castigo por ser tan imbécil y aceptar participar en The hottest couple.
Podría parecer que sus mejillas estaban un poco rojas por el frío que acompaña el viento, pero no, no era por eso. Como toda persona curiosa, luego de comprometerse a participar en ese maldito evento, sí, era un maldito evento, se había puesto a investigar más a fondo de lo que estaba condenado a hacer y casi se desmaya al ver la intensidad de cada juego.
Besos, toques, caricias, roces, todo era mucha morbosidad para la que él estaba acostumbrado.
Y él se había besado con Jeon una sola vez, ¿¡Como era posible que soportara todo eso!?
Sus manos se posaron en su cara, restregandoselas una y otra vez, esperaba que de alguna manera pueda reaccionar, necesitaba dejar de lamentarse y hacerle frente a ello, ya había aceptado, no había vuelta atrás y eso le ponía los nervios de punta. Nunca había imaginado que el iba a ser partícipe de algo como ello, además de que en vez de que en la balanza de sus sentimientos pesará más la angustia, le ganaba por mucho la emoción.
Experimentar eso era lo que quería y eso estaba por hacer; le preocupaba, claro que sí, sin embargo, no sabía el porqué, pero con solo ver una sonrisa de parte de Jeon sentía que podía ser capaz de todo.
Sonrió.
La verdad nunca se esperó conocer a una persona como él, carismático, amable, atrayente, que parece ser rudo pero con él era una completa ternura, se sentía nervioso por lo cálido que se sentía su corazón al pensar en él, así mismo se siente una amistad, ¿cierto?
Una gota helada cae sobre su nariz anunciando que una leve lluvia esta por empezar y Jimin observa por última vez a la luna, antes de que las nubes grisáceas la oculten hasta no dejar rastro de ella.
La luz de la Luna me está brindando fuerzas, Jeon. Rompe todas mis cadenas antes de que las nubes la cubran por completo.
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Jungkook miraba ensimismado a través de su gran ventanal, las luces de su hogar estaban todas apagadas y lo único que hacia relucir su habitación era el brillo de luna.
Amaba verla todas las noches, no había una noche que no se sentara en su amplio sofa a esperar su aparición, pero en ese momento no se sentía relajado como los demás dias, en realidad tenía en su pecho un sentimiento diferente, era como si estuvieran llamando su nombre, y no sabía porqué, pero de alguna manera, el delicado rostro de Jimin apareció en sus pensamientos de forma tan fugaz que incluso se sintió asustado; asustado porque esa simple aparición de unos segundos le revoloteó el corazón de una manera totalmente nueva.
Suspiró intentando calmarse, su mente no le estaba dando tregua, lo que comenzó siendo el leve reflejo de sus hermosos ojos miel, terminó convirtiéndose en una imagen completa y detallada de ese pelinegro que se atrevía a robarle el aliento con solo dedicarle una mirada.
