Recuerda acabar de haber leído el capítulo 24, ya que son uno solo dividido porque es muy extenso, ¡gracias!
Bajé las escaleras sin decirle nada y él me siguió, le indiqué que se sentara donde quisera y lo hizo nuevamente en el sofá, yo me senté en una de las banquetas de la cocina más cercanas a él, pero alejada.
-Antes de nada -empezó a decir-. Tienes que saber que no soy una enciclopedia de casos anormales, sé lo que sé y tampoco te voy a decir todo.
-Pero de verdad lo necesito Scott... ya va demasiado tiempo, demasiadas noches de insomnio luchando contra algo que no sé lo que es.
Me miró, tan solo me miró con sus profundos ojos verdes que hacían que me rompiera un poco más. Me levanté y me senté a su lado.
-¿Sabes qué pasa? -empezó a decir-. Creo que estás bastante fastidiada, necesitas una muleta hasta que te repongas o solo irás a peor. Te lo digo por última vez, confía en mí, esta vez en serio.
Asentí, apenas podía tragar saliva.
Pero sin dudas tenía razón, necesitaba un apoyo y no sabía si él era la mejor opción. pero sin duda si parecía preocuparle.
-Espero que lo digas de verdad. Y ahora, vamos, quiero saber algo de ti -hizo una pausa-, quiero saberlo todo de ti pero especialmente tus miedos, así comprenderé tus sombras y lo que es más importante; te comprenderé a ti, eres más importante que un puñado de sombras, recuérdalo.
Quiero saberlo todo de ti.>>
Alexa, concéntrate.
Alcé la cabeza y mirando al frente fijé la mirada en un marco con una foto en la que salíamos Brad y yo de pequeños.
Tragué saliva; era fuerte.
-Brad... -logré decir.
-Tu hermano -afirmó, yo lo miré-. Vi las fotos el otro día.
-Murió -logré decir, por seguramente primera vez en mi vida-. Tenía 19 años cuando ocurrió y por aquel entonces yo 15. Un día salió de madrugada con la moto, sin ni siquiera avisar cuando estábamos ambos solos en casa. Yo me desperté en mitad de la noche sobresaltada sin razón alguna y fui a buscarlo. En el momento que vi que no estaba en su cuarto no lo dudé ni un momento. Cogí las llaves y salí, algo no iba bien y no me preguntes como pero había algo en mi interior que me lo decía. Corrí, grité y conseguí no soltar ni una sola lágrima, no tenía tiempo para eso y finalmente cuando vi su moto tirada en la carretera a dos kilómetros de mi casa y un gran trozo de plástico sobre la calzada todo se me cayó encima. No podía comprender como de la noche a la mañana perdía a lo más preciado de mi vida...
Finamente lo miré, era la primera vez que lograba decirlo en alto y me sentía mejor de lo que esperaba. Al menos no rompí a llorar y la voz apenas se me cortó.
Él me miraba con una expresión en el rostro mucho peor que la mía, era obvio que estaba afectado y sus ojos estaban bañados de un verde brillante.
-Te lo dije, eres mucho más fuerte de lo que piensas -logró decir débilmente.
Me encogí de hombros.
-Espero que eso sea bueno... Dime la verdad Scott, si es que lo sabes, ¿es Brad quien está detrás de las sombras?
-No.
-¿Cómo que no? -exclamé-. Tengo que saber más. Necesito saber más.
-Alexa... no debes.
Los ojos se me comenzaron a empañar, miré hacia el techo y los cerré con fuerzas.
-Tengo miedo, Scott.
-Una persona tan joven no debería de tenerle miedo a la vida.
A veces se me olvidaba que era fuerte.
-Esto se me está haciendo cuesta arriba.
-Ya encontraremos el modo de remediarlo.
-¡Pues dímelo!
-¡Solo intento que te mantengas de una sola pieza, Alexa! -exclamó, pero sin duda me tranquilizó.Al día siguiente Karen dijo de venir a mi casa, se le había roto la impresora y en Patrick Willer no había sitio en el que imprimir nada a excepción del instituto, por lo que aprovechamos para pasar la mañana juntas estudiando y almorzando también en mi casa.
-Creo que por hoy es suficiente -dijo Karen lanzándose a mi cama.
-Desde luego -le respondí yo haciendo lo mismo-. Me río yo del término "puente".
-Es solo una excusa para que los profesores aprovechen para mandarnos más deberes y trabajos.
-Seguro que es un nuevo plan secreto del gobierno.
-Seguro -dijo Karen riéndose.
Nos quedamos las dos mirando hacia delante, rendidas, estábamos tan cansadas de la mañana de estudio que ni siquiera encontrábamos las fuerzas necesarias para pensar en qué hablar.
Al menos yo.
-Y -empezó a decir-, ¿cómo te va en las clases?
-Bien, bastante bien.
-¿Seguro?
-Claro -dije mirándola-, ¿por qué iban a empezar a ir mal ahora?
Y no mentía.
Porque lo cierto es que no me habían empezado a ir mal.
Llevaba todo el curso mal.
Y no me refería a las notas (aunque ultimente también), pero el tener que estar alejada de todos solo me ayudaba a pensar más y eso no se podía considerar ayuda.
-Ya, pero últimamente te veo más apagada.
Sería que nunca me había mirado bien, porque nunca había estado muy encendida precisamente.
-No sé.
-Oh -dijo empezándose a poner roja-. Estos días debes de pensar que soy una auténtica pesada.
-En absoluto -respondí con una sincera sonrisa.
¿Y las ganas que tenía yo de soltarselo todo qué? Pero eso no podía ser.
-Es lo que veo -se encogió de hombros-, ¿sabes? Yo siempre puedo ser tu mechero -hizo una pausa mientras me miraba-, ¡oh por dios! ¿pero qué te acabo de decir? Cursilada, ¿dónde?
Ambas soltamos una carcajada a la vez.
Pero sin duda me relajó.
Tomé aire.
No sabía si me iba a arrepentir de ello pero se lo solté todo.
Se lo solté todo desde la muerte de Brad hasta la extraña llegada de Scott, pasando por las sombras y por todos mis miedos.
Yo le dije que creería que estaría loca y ella me respondió que no, sin duda no lo creyó y si lo creyó lo ocultó realmente bien.
¿Y por qué ella? Porque me apetecía. Porque sabía que a Gaby probablemente no le haría mucha gracia que me viese con Scott, además él era un científico en potencia y todo lo que se escapase de la mera realidad era considerado para él como un pase directo al manicomio.
Y Karen sin duda no era mala chica.
Me prometió no contarle nada a nadie, sería mi confidente.
-Alexa... -logró decir finalmente.
-Cualquiera habría pensado que estoy loca, yo de hecho aún no sé si pensarlo o no -respondí con una sonrisa triste.
-¡Por supuesto que no lo estás! De ahora en adelante cuenta conmigo para todo y, un consejo, manten a Scott controlado.
Asentí.
Y me abrazó.
ESTÁS LEYENDO
Entre mis sombras
Roman pour Adolescents[Sigue leyendo, tal vez encuentres algo que consiga atraparte entre las páginas.]