Planes
A la reunión en la que Jennie revisaría los últimos detalles de la boda logré llevar conmigo una copia del cuaderno de trabajo de tryllico que Minho me había conseguido. Estábamos a un día de la celebración y esperaba que ya todo estuviera en orden porque no teníamos tiempo para nada más.
Me senté en una silla con el cuaderno abierto sobre mi regazo mientras Jennie, Seungmin y una veintena de organizadores de bodas leían la lista de pendientes; Jennie incluso puso a Jeongin a contar los centros de mesa para asegurarse de que no faltara ninguno.
A veces solicitaba mi ayuda y yo se la brindaba, pero estaba seguro de que a ella le complacía más que no interviniera porque prefería encargarse ella misma de todo.
Todos en mi cortejo de honor estaban presentes pero había algunos a los que ni siquiera conocía. Seungmin era él principal: él se encargó de elegir al resto del cortejo nupcial porque estaba más familiarizado con los nobles de Förening. Jennie insistió en que la boda tenía que ser apoteósica, por lo que se habían elegido diez personas.
—Es la boda del siglo y tú estás ahí estudiando —dijo Seungmin con un suspiro casi al final de la jornada. Jennie ya había revisado todo dos veces, y en el salón sólo quedábamos ella, Seungmin, Jeongin y yo.
—Necesito aprender esto —dije, señalando el libro—. Es fundamental para descifrar los tratados antiguos; el conocimiento sobre organización de fiestas lujosas realmente no me servirá de nada. Además, tú y Jennie ya lo tenéis bajo control.
—Así es. —Seungmin sonrió—. Creo que ya está todo listo. Mañana será un día maravilloso.
—Gracias —le dije, y cerré el libro—. Realmente aprecio todo lo que has hecho.
—Ay, por favor, estoy encantado. —Volvió a reír—. Si no puedo tener una boda de cuento de hadas, al menos puedo permitirme el lujo de planear una, ¿no crees?
—Que no seas un príncipe no significa que no puedas tener una boda de cuento de hadas — expliqué mientras me ponía en pie.
Seungmin me sonrió con algo de tristeza y entonces me di cuenta de lo que acababa de decir. Él era un Markis, pero estaba enamorado de mi hermano Changbin, y como él era humano, si alguien llegaba a enterarse de su relación, corría el riesgo de ser desterrado. Seungmin no tenía derecho a ser novio de Changbin, y mucho menos a casarse con él.
—Lo siento —dije.
—Descuida —contestó como si no importara—. Todos sabemos que haces lo que puedes.
Seungmin se refería a mis esfuerzos por conseguir mayor igualdad entre los Trylle, los rastreadores y los mänks. Nuestra población disminuía porque muchos Trylle se enamoraban de humanos y luego terminaban exiliados; cada vez éramos menos.
Se mirara por donde se mirara, resultaba más lógico permitir que cada uno estuviera con quien deseara amar, porque en caso contrario, de todas maneras terminaría yéndose para encontrar la felicidad. Si conseguíamos levantar la prohibición, más personas se quedarían y podrían contribuir a nuestra sociedad.
Hasta el momento no había logrado convencer a mucha gente de lo anterior porque todavía seguía lidiando con el problema que implicaban los Vittra, pero en cuanto lo solucionáramos (si lo hacíamos), mi prioridad sería la igualdad de derechos para toda la gente de Förening.
—Entonces ¿ya hemos terminado con esto? —pregunté.
—Ajá —contestó Seungmin—. Ya no tienes que hacer nada más que descansar y ponerte guapo mañana antes de la boda. Luego sólo tendrás que decir «Sí, quiero».
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3.Renacimiento - Hyunlix/Chanlix
FantasyEl destino de Felix parece estar sellado. Se avecina una guerra y todo lo que ha sacrificado para conseguir la paz y el equilibrio del pueblo Trylle pende de un hilo. Los acontecimientos se precipitan y lo encaminan hacia un final inesperado. ¿Conse...