Capítulo 6

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Altar

Habría deseado que fuera Changbin quien me llevara hasta el altar porque él era lo más cercano a un padre que había tenido en la vida, pero si me hubiera atrevido a sugerirlo les habría dado a los funcionarios Trylle una maravillosa oportunidad de atacarme. La marksinna Laris probablemente haría que me derrocaran, argumentando locura.

A pesar de todo, la marksinna Laris y el resto de los Trylle no tenían injerencia alguna sobre a quién podía dejar entrar en mi vestidor. Jeongin esperó fuera de la habitación toda la mañana para mantener alejada a cualquier persona que no fuera Seungmin o Changbin; para verme, todos los demás tendrían que esperar hasta que llegara al gran salón de la mano de Namjoon, el padre de Seungmin, que iba a ser quien me entregara ante el altar.

Llevaba horas listo. Después de lo sucedido con Christopher ya no pude dormir. El sol todavía no había salido cuando me levanté y comencé a prepararme. Seungmin llegó temprano para ayudarme, pero yo ya había aprendido a peinarme y maquillarme solo; en realidad sólo me ayudó a abrocharme el traje.

También trató de reconfortarme, y en realidad eso era todo lo que necesitaba.

—Estás muy pálido —dijo casi con tristeza—. Tan blanco como tu atuendo de novio.

Se sentó junto a mí, sobre el arcón a los pies de la cama; la larga cola de satén de mi capa nos rodeaba a ambos, y Seungmin la reacomodaba una y otra vez para asegurarse de que no se ensuciara o arrugara. Su traje también era precioso pero, claro, él mismo lo había elegido. Era de color esmeralda, en un tono oscuro, con detalles en negro.

—Deja ya de abrumarlo —le dijo Changbin a Seungmin cuando trató de alisar la capa por enésima vez. Changbin llevaba un rato dando vueltas por la habitación, jugueteando con sus mancuernas o reacomodándose el cuello de la camisa.

—No lo estoy abrumando. —Seungmin le lanzó una mirada de enfado, pero por fin dejó el traje en paz—. Es el día de su boda y quiero que esté perfecto.

—Pero lo estás poniendo nervioso. —Changbin me señaló, pero yo tenía la mirada perdida en el horizonte.

—Si hay alguien que lo pone nervioso, ese eres tú —contraatacó Seungmin—. Llevas toda la mañana dando vueltas por la habitación.

—Lo siento. —Changbin dejó de moverse pero no por ello parecía menos agitado—. Es que mi hermano menor se va a casar mucho antes de lo que yo esperaba. —Volvió a alborotar su cabello rubio y suspiró —. No tienes que hacer esto, Felix. Lo sabes, ¿verdad? No tienes que casarte con él si no quieres. Es decir, creo que no deberías hacerlo, eres demasiado joven para tomar una decisión de este tipo.

—Ya lo sabe, Changbin —dijo Seungmin—. Se lo has repetido mil veces en lo que va de día.

—Lo siento —volvió a decir mi hermano.

—¿Príncipe —Jeongin abrió la puerta con mucho cuidado y asomó la cabeza—. Me pediste que entrara a buscarte a la una menos cuarto. Ya es la hora.

—Gracias, Jeongin —dije.

—¿Y bien? —Seungmin me miró sonriendo—. ¿Estás listo?

—Creo que voy a vomitar —le dije con toda franqueza.

—No, no lo harás. Lo que pasa es que estás nervioso. Vas a estar bien —me dijo.

—Tal vez no sean nervios —interpuso Changbin—. Tal vez no quiere seguir con esto.

—¡Changbin! —le gritó Seungmin molesto, y luego se volvió para mirarme otra vez. Sus ojos de color café mostraban calidez y preocupación—. Felix, ¿quieres hacerlo?

3.Renacimiento - Hyunlix/ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora