Amnistía
Miré por la ventana dándole la espalda a la habitación. Era un truco que aprendí de mi madre y que me servía para dar la impresión de que lo tenía todo bajo control. Irene me había dado muchísimos consejos a lo largo de los meses anteriores, pero los más útiles fueron aquellos que servían para dirigir una reunión.
—Creo que estáis siendo ingenuo, príncipe —dijo el Canciller—. No podéis poner la sociedad entera patas arriba.
—No es así. —Me volví y le lancé una mirada gélida, de modo que tuvo que bajar la cabeza y estrujar su pañuelo—. Pero ya no podemos seguir ignorando el problema.
Escudriñé el salón de reuniones e hice todo lo posible por parecer tan frío e impositivo como Irene lo había sido siempre. No planeaba ser un monarca cruel, pero sabía que, si mostraba debilidad, no me prestarían atención. Si deseaba hacer cambios, tendría que mostrarme firme.
Desde que Irene había quedado incapacitada para gobernar, me hice cargo de las actividades cotidianas del palacio, y eso incluía participar en muchas reuniones; la junta de consejeros era la que más tiempo me absorbía.
El Canciller había sido elegido por el pueblo Trylle, pero mi plan era hacer una enérgica campaña en su contra en cuanto terminara su gestión. Era un ser cobarde y maquinador, y necesitábamos a alguien mucho más fuerte en ese cargo.
Kim Namjoon, el «confidente» de mi madre, se encontraba allí, aunque no siempre asistía a las reuniones: según cómo se sintiera Irene, a veces prefería quedarse con ella y cuidarla.
Yuqi, mi asistente, estaba sentada al fondo del salón, tomando notas furiosamente mientras hablábamos. Era una jovencita humana criada en Förening como mänsklig. Había trabajado siempre como secretaria de Irene, pero desde que comencé a dirigir el palacio se convirtió en mi ayudante.
Jeongin, mi guardaespaldas, también se hallaba ahí: su lugar durante las reuniones era junto a la puerta. Su misión era seguirme como una sombra en todo momento, y aunque era bajito y algo torpe, yo sabía que era mucho más inteligente de lo que los demás suponían. En los últimos meses había aprendido a respetarlo y a valorar su trabajo a pesar de que nunca podría llegarle ni a la suela de los zapatos a mi guardaespaldas anterior, Christopher Bang.
Lee Jennie se sentó a la cabecera. Junto a ella se encontraba Minho, mi prometido; siempre me gustaba que él estuviera presente porque por lo general era el único que me apoyaba. De haberme sentido completamente solo, no habría sabido cómo gobernar.
También asistían la marksinna Laris, una mujer en la que no confiaba especialmente pero que era una de las nobles con mayor influencia en Förening; el markis Han Jisung, quien estaba a cargo de la ubicación de los changelings; el markis Court, tesorero del palacio, y Jinyoung Bang, jefe de la guardia a cargo de la seguridad y de todos los rastreadores.
También había algunos otros funcionarios de alto rango en la mesa, todos ellos con una expresión muy solemne. La situación de los Trylle se hacía cada vez más desesperada y yo proponía un cambio; evidentemente, ellos no querían que modificara nada porque preferían que respaldara el sistema que mantenían desde hacía siglos, pero este ya no funcionaba. Nuestra sociedad se desmoronaba, y ellos se negaban a aceptar el papel que representaban en la destrucción del reino.
—Con todo respeto, príncipe —comenzó a decir Jennie con un tono de voz tan dulce que apenas me permitía distinguir el veneno que contenía—, tenemos problemas más importantes que resolver. Los Vittra se están fortaleciendo, y como la tregua está a punto de terminar…
—¡La tregua! —interrumpió la marksinna Laris con un bufido—. Como si nos hubiera comportado algún beneficio.
—La tregua no terminará todavía —dije al tiempo que me enderezaba—. Nuestros rastreadores se están encargando ahora mismo de los problemas y por esta razón considero que es de gran importancia que tengamos algo que ofrecerles cuando vuelvan.
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3.Renacimiento - Hyunlix/Chanlix
FantasiaEl destino de Felix parece estar sellado. Se avecina una guerra y todo lo que ha sacrificado para conseguir la paz y el equilibrio del pueblo Trylle pende de un hilo. Los acontecimientos se precipitan y lo encaminan hacia un final inesperado. ¿Conse...