Los días, las semanas y los meses ya no pasaban de manera desmesurada para el alemán, tenía ahora una radio funcional la cual ponía todo el día para evitar el horrible silencio, aunque bajaba el volumen cuando URSS llegaba a hacerle compañía... aunque últimamente no era mucho el tiempo durante el día debido al trabajo, solo en las noches.
También ahora le llevaba siempre el periódico del día o del día anterior, le aclaraba de cuando era y que más se decía de manera internacional sobre las noticias.
Incluso el comunista permitió que los chicos le enviaran un calendario estilo libreta para poder tener más noción del tiempo, anotando en algunos días cosas como fechas importantes de sus países o notitas de recuerdos sobre aquel día
Otra cosa es que tenía permitido salir a los alrededores de la cabaña, pero no más lejos, y eso para Reich estaba bien, no es como si quisiera irse de todas maneras, no tenía a donde en realidad; Rumania ya cuidaba de Imperio e Italia, él no quería darle más molestias... y estar con URSS no era tan malo.
Le preparaba la cena, le hacia la despensa, pasaba tiempo con él, platicaban... y le contaba sobre Alemania.
Esa era una de las mejores partes del día para él, el que le hablara sobre su hijo, como estaba, como lo veía, que hacía... y era feliz de ver que su hijo estaba vivo y era un adulto de bien.
Valía la pena el estar lejos con tal de que su pequeño estuviera bien... aunque aún le molestaba la división territorial que vivía, pero no podía enojarse más que consigo mismo por eso.
Se encontraba lavando unos trastes, se había hecho de almorzar un poco de pasta y puré de papas, la radio sonaba con una canción vieja pero conocida para él.
Night and Day.
Rio un poco y comenzó a balancearse de un lado a tomo mientras ordenaba la cocina, cerraba los ojos por momentos y disfrutaba de la tonada de aquella vieja canción.
– Vaya, ¿te trae recuerdos? – se escuchó le preguntaban.
El alemán abrió los ojos al momento que soltaba un jadeo y miraba al comedor, donde su padre estaba sentado sobre la mesa de manera despreocupada, mirándole.
– Oye, estaba teniendo un buen rato, ¿cuál es el afán de arruinármelo de ese modo? – preguntó el nacionalista con fastidio, dejando de lado un plato que tenía en la mano y tomando un trapo limpio para secarse las manos, dejándolo extendido sobre la barra.
– Que mal genio... tal vez no sería así si le dieras a URSS una oportunidad y...
- ¡Basta! – el alemán menor golpeó la barra con las palmas de sus mano y miró molesto a la alucinación –. No puedo hacer eso... no es mi URSS – Reich suspiró y decidió salir de la cocina, iba camino a las escaleras cuando escuchó unas llaves tintinear.
Se giró y esperó de manera paciente a que la puerta se abriera, dejando ver a un URSS un poco ojeroso, pero tranquilo, con una bolsa de tela cruzada sobre su pecho y algo envuelto en papel periódico en una mano.
– Hey, ¿cómo estás? – preguntó el comunista al ver a Reich parado mirándole.
El alemán suspiró y le sonrió.
– Estoy un poco cansado pero bien... creo no dormí del todo bien anoche – el menor se acercó y colocó sus manos en el aza de la bolsa para poder quitársela al mayor y tomarla, viendo que en el interior de esta había fruta fresca y unos cuantos recipientes.
– Oh, si quieres puedes ir a descansar y yo acomodo lo que traje, no te preocupes – URSS comenzó a caminar hacia la cocina, pero Reich le siguió.
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Liebe Wieden || CountryHumans Nazunit
FanfictionURSS y Reich son una pareja para nada convencional, todo el mundo tiene serias dudas de como es que dos enemigos terminaron casados. La vida de esta pareja no es perfecta, nunca lo ha sido, hay heridas que el tiempo ha curado, y ambos tienen una his...