𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞 » 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑖𝑛𝑠𝑘𝑖 ♥︎ 𝑇𝑊 ¹

XIV

A LA MAÑANA SIGUIENTE DESPERTÉ en la cama de Stiles, con un dolor de cabeza insoportable. Observé mi alrededor y miré a Stiles al otro lado de la cama, al borde de caerse.

—Stiles.— Lo llamé pero no respondió. —Stiles.— Hablé de nuevo. —¡Stiles!

Stiles se despertó de golpe y cayó al suelo. Me asomé por el borde de la cama y él estaba en una posición bastante extraña a decir verdad.

—¿Qué hora es?— Preguntó acomodándose.

—Déjame ver.— Tomé mi teléfono y lo miré. —Falta una hora para la hora de clases.

Stiles bufó y se levantó.

—Quisiera saber cómo estoy aquí.— Hablé mientras tomaba mi bolso.

—Yo también.— Respondió Stiles.

—Iré a arreglarme, te veré en un rato.— Hablé, escuché a Stiles decir un "adiós" y salí de la habitación.

No tenía ni idea de lo que había pasado ayer y tampoco de como llegué a dormir en la habitación de Stiles.

Al bajar las escaleras miré al padre de Stiles mirándome fijamente desde la cocina. Podía sentir su mirada penetrante juzgando mi alma.

—¿Estás saliendo con mi hijo?— Preguntó.

—Buenos días. Y no, no estoy saliendo con su hijo.

Me miró como si estuviera sospechando algo extraño y luego noté que literalmente acababa de verme salir de su habitación, con el cabello hecho un desastre.

—¡Oh! No es lo que cree, lo prometo, no es así. Solo vine ayer por la tarde y me quedé dormida.— Mentí, ni siquiera sabía que había pasado anoche.

Él asintió lentamente y yo me fui de su casa, me sentí realmente avergonzada ante lo que acababa de pasar, así que salí de ahí lo mas rápido que pude. Entré a mi casa y subí a mi habitación para ducharme y arreglarme. Esperaba que mi papá no haya notado mi ausencia, porque estaría castigada por el resto del año.

Salí de mi habitación ya lista y miré a Lily observarme sospechosamente.

—¿Estás acostandote con Stiles?— Preguntó.

Esperaba que me preguntara si salía con él, pero eso ya era una pregunta bastante directa. La miré con sorpresa y negué con la cabeza.

—¡No! Ni siquiera estamos... ¿Por qué preguntas eso? ¿No tienes como siete años?— Pregunté.

—Tengo trece.— Respondió.

Rodé los ojos y bajé las escaleras para irme.
Al salir vi a Stiles salir también de su casa, se dirigió a la puerta del copiloto y la abrió esperando a que yo subiera.

—Qué caballeroso.— Dije subiendome.

—Lo sé.— Respondió el mientras me guiñaba el ojo.

Un revoltijo de sentimientos extraños se apoderó de mi estomago. No entendía porqué, pero ese simple gesto provocó algo muy raro, se sentía bien y extraño a la vez.

Subió al auto y arrancó. En todo el camino no hablamos sobre nada, supongo que ambos compartíamos el mismo dolor de cabeza. La dicha cruda estaba pegando potente.

Estacionó el auto en el estacionamiento de la escuela y antes de que bajara del auto, Stiles me llamó.

—Lexy, tengo que decirte algo.— Lo miré a los ojos. —Nunca me disculpé por haberte traído a la escuela esa noche. Viste algo que te causó un ataque y me he estado culpando por eso y porque tus amigas ya no te hablan. Solo quiero que sepas que he estado tratando de no decirte nada sobre lo sobrenatural para protegerte y-