𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞 » 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑖𝑛𝑠𝑘𝑖 ♥︎ 𝑇𝑊 ¹

XV

AL PARECER, ME HABÍA QUEDADO dormida en esa posición, porque me desperté aún sentada, con la espalda en la pared y un terrible dolor de cuello. Sin mencionar lo hinchados que sentía que estaban mis ojos adoloridos por tanto llanto.

Me levanté y miré la hora, ya estaba oscuro pero no era tarde.

Miré mi celular y tenía mensajes de Aaron y una llamada perdida de Stiles. Opté por llamar a Stiles y me respondió al primer tono.

—¡Al fin llamas! Hola.— Habló Stiles a través del teléfono.

—Hola,— Saludé, haciendo notar mi alegría en mi tono de voz. —¿Puedo saber por qué llamaste?

—Si, uhm. No he sabido nada de ti en casi todo el día y me preguntaba si podíamos ir a salir a comer hoy, pero no te preocupes otro día puede ser.

Dios, que chico tan lindo.

—Stiles, lo siento mucho. Me quedé dormida.

—No te preocupes. Oye, ¿Estás bien? Suenas un poco... ronca.— Preguntó él.

Oh, tal vez porque lloré hasta quedarme dormida y encima de eso dormí en la peor posición.

—Sí, pienso que tal vez voy a enfermarme o algo. ¿Dónde estás? Suenas ocupado.

—Oh, si. Lo estoy. Te llamaré luego, hasta mañana.— Y con eso colgó la llamada.

Dejé mi teléfono sobre mi cama y pensé en lo que había dicho, sobre salir a comer. Nunca había salido a comer con algún chico, en plan solos, ni siquiera había tenido una experiencia a la que se le pudiera llamar cita.

Me puse mis audífonos para reproducir algo de música y comencé a dibujar en mi libreta.

Era algo que hacía cuando estaba feliz o cuando estaba triste. Lo hacía cuando estaba feliz porque tenía mas imaginación para dibujar. Y lo hacía cuando estaba triste porque me ayudaba a calmarme.

Dibujé hasta que escuché un estruendo fuera de lo que reproducían mis audífonos. Me quité los audífonos y dirigí mi vista a mi puerta.

—¿Me extrañaste?

Aaron estaba frente a la puerta, con una maleta al lado suyo. Una sonrisa enorme se asomó por mis labios, sin poder ocultar mi alegría.

—¡Aaron!— Me levanté y corrí para abrazarlo fuertemente.

* * *

Aaron y yo habíamos pasado casi toda la noche hablando sobre lo que no nos habíamos contado en estas últimas semanas.

Él me contó sobre la chica que había conocido y que ya se había besado con ella un par de veces.

Por mi parte, no podía contarle sobre los hombre lobos, así que le conté sobre Stiles. El chico dulce y apuesto que vive al lado de mi casa y con quién ya me he emborrachado un par de veces. La reacción de Aaron fue algo parecida a la mía, estaba sorprendido de que alguien finalmente estuviera 'saliendo' conmigo, pero estaba tan contento como yo.

Después de haber dormido alrededor de doce horas, desperté con Aaron completamente enrollado en la cobija al lado mío, era sábado, así que la hora no era un problema. No era raro en nosotros hacer pijamadas y dormir en la misma cama, después de todo, somos mejores amigos.

Le di un almohadazo a Aaron y ni siquiera se movió. Me acerqué un poco para comprobar que no estuviera muerto y después me dirigí al baño para ducharme.