𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞 » 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑖𝑛𝑠𝑘𝑖 ♥︎ 𝑇𝑊 ¹

XVII

NOS DIRIGÍAMOS AL HOSPITAL POR órdenes de Derek. Stiles manejaba el Jeep mientras hablaba por teléfono con Scott, Derek iba de copiloto, y yo en la parte de atrás.

—Me las vas a pagar, Miguel.— Hablé respecto al asiento.

Habíamos estado unos minutos peleando por quién iría en el asiento del copiloto, obviamente terminé perdiendo.

—Y si ves a mi papá, dile que voy a llegar tarde.— Stiles le dijo a Scott a través del teléfono.

—No vas a llegar.— Habló Derek.

—Que hermoso entusiasmo.— Hablé yo siendo sarcástica.

Después de unos segundos Stiles colgó la llamada. —No estoy muy seguro de esto.

—Yo tampoco, todo este asunto huele a muerte.— Respondí.

—Que hermoso entusiasmo.— Me copió Derek, ganándose una mala mirada de mi parte. —Y tampoco le dijiste sobre su madre.

—No hasta saber la verdad.— Respondió Stiles.

—Presiento que la verdad no nos va a gustar.— Murmuré.

Unos minutos después, ya estábamos por salir del auto para caminar hasta la entrada del hospital.

—Una cosa más.— Habló Derek antes de que nos bajáramos.

—¿Ahora que quieres?— Me volteé y solté un grito al escuchar el terrible estruendo de la cara de Stiles contra el volante.

—¡¿Por qué fue eso?!— Preguntó Stiles.

—¡Tu sabes porqué fue!— Gritó de vuelta Derek. —Ahora, váyanse antes de que también te golpee, Lexy.

—Comprendo.— Dije y salí del auto lo más rápido posible. Comenzamos a caminar hacia el hospital y observé a Stiles, que no había dejado de tocarse la cara desde el golpe. —¿Estás bien?

—¿Uh? Oh, sí. No me dió tan fuerte.— Contestó Stiles. —¿Soy el único que siente que vamos a morir?

—Stiles, cállate.

—Está bien, lo siento.

Caminamos hasta entrar al hospital. Al entrar, nos dimos una mirada aterrorizada y comenzamos a caminar de nuevo.

Caminé por el pasillo y di un pequeño respingo al escuchar un susurro que provenía de una de las habitaciones. Fruncí mi entrecejo, no presentía que fuera algo bueno, pero aun así traté de abrir la puerta, estaba cerrada bajo llave. Los susurros provenientes de aquella habitación se hacían cada vez más fuertes, por lo que traté de abrirla con más fuerza.

—¿Qué haces?— La voz de Stiles me sobresaltó y me alejé de la puerta.

En ese momento noté lo que hacía. ¿Tratando de abrir una puerta por escuchar susurros? Debo parecer loca. Sentí mucha vergüenza de inmediato, sintiendo mis mejillas arder.

—Creo que estoy perdiendo la cabeza.— Hablé y lo miré.

—Probablemente es el estrés.— Se acercó y me tomó la mano. —No te separes de mi.

Mi estómago quería explotar ante su tacto. Era como si hubiera despertado esa chispita dentro de él.

—Aquí no hay nadie.— Murmuró Stiles y tomó su celular para llamar a Derek. —Derek, no está.— Habló por el telefono y Derek le dijo algo que no pude escuchar. —Sí, te dije que no está.

Derek le dijo algo nuevamente y caminamos a una de las habitaciones, totalmente vacía.

—Derek, tampoco está él aquí.— Escuché el grito de Derek a través del teléfono y supe que no era nada bueno.