XIX

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ÍBAMOS DE CAMINO a mi casa después de aquello, Scott se ofreció a llevarme, ya que estaba oscureciendo y Allison se había ido en taxi sin avisarme. Scott estuvo todo el camino dándome unas trescientas disculpas diferentes.

Traté de calmarlo diciéndole que todo estaba bien y que nada iba a pasarme por unos rasguños. Pero después pareció alterarse más.

—Espera, ¿Qué acabas de decir?— Preguntó mientras manejaba.

—Que nada va a pasarme por unos rasguños. De verdad, no entiendo porqu-

Scott detuvo el auto de golpe, haciendo que casi estampe mi cabeza con la guantera.

—Muéstrame.— Habló Scott. Lo miré confusa y volvió a hablar. —Tus heridas. Muéstramelas.

Bufé y me quité el suéter, me di la vuelta quedando a espaldas de Scott y bajé un poco la blusa para que viera las heridas.

—Mierda.— Murmuró y arrancó el auto, pero esta vez no se dirigía a mi casa.

—¿Mierda? ¿Qué quieres decir con mierda?

—Voy a llevarte con mi jefe.— Habló él.

—¿El veterinario? Scott, no soy un jodido perro.

—Lo sé, pero escuché al Sr. Argent decir que si las garras llegaban muy profundo podrías convertirte.— Contestó.

—¿Son lo suficientemente profundas?— Pregunté.

—Eso veremos.

* * *

Finalmente habíamos llegado a la veterinaria. Me bajé del auto y seguí Scott hacia adentro.

—Deaton.— Dijo Scott saludando.

—Scott. Oh, Lexy, nos volvemos a ver.— Habló Deaton.

—Sí, y no en una situación muy bonita que digamos.

—¿A qué se debe su visita?

Scott -muy apenado- le había explicado a Deaton lo sucedido. Deaton me dirigió hacia la pequeña habitación del terror, donde había ocurrido lo de la bala en Derek.

—Voy a necesitar que te quites la blusa.— Habló Deaton.

Pude observar como inmediatamente, Scott salió de la habitación. Me dí la vuelta para quedar a espaldas de Deaton y lo obedecí. Me quité la blusa, quedando solo en sostén. Mantuve la blusa cubriendo mis pechos, claramente me daba demasiada pena, pero no desconfianza.

—Esto va a doler un poco.— Dijo Deaton.

Deaton comenzó a meter uno de sus dedos en una de las heridas, y no dolía un poco, dolía demasiado. Estuve haciendo demasiado ruido por el dolor durante la observación de Deaton, que creo que lo harté.

Deaton finalmente terminó de revisar y yo me volví a poner la blusa. —Eso no fue un poco, Deaton.— Dije fulminándolo con la mirada.

—¿Y bien?— Scott preguntó entrando a la habitación.

—Las heridas son profundas, pero no sé si lo suficiente.— Habló Deaton. —Puede no ser nada o puede ser cuestión de tiempo para que te conviertas. En caso de que pase algo inusual, avísenme.

Ambos asentimos y nos despedimos de Deaton. Subimos al auto de Scott y nos dirigimos a mi casa.

—¿Puedo preguntarte algo?— Scott finalmente habló, murmuré un "claro" y el preguntó: —¿Cómo superaste lo de tu mejor amigo?

𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞 » 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑖𝑛𝑠𝑘𝑖 ♥︎ 𝑇𝑊 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora