Los gritos resonaron a través de las puertas, Jiang Cheng dio la orden de que lo dejaran pasar temiendo que el niño necesitara algo realmente urgente.
A-Yang entró corriendo con un papel en la mano, sus túnicas violetas ondeaban al mismo tiempo que su cabello atado en la coleta alta. Pasó tan rápido en dirección al Jiang que no se percató de las otras personas en el salón.
Llegó al frente de Jiang Cheng y con una sonrisa orgullosa mostró el papel que traía en la mano. En este se mostraba la imagen de una flor de loto dibujada en tonos violetas. Las pinceladas se veían algo inseguras y temblorosas, pero se lograba identificar lo que era. Parecía que a A-Yang le había maravillado el resultado, tanto así que se lo quería mostrar al mayor.
Unos segundos después que él, llegó apresurada una discípula con túnicas violetas, inclinándose en una reverencia se disculpó con su líder por la interrupción abrupta del menor.
—¿Cómo permites que un niño se escape tan fácilmente? — Mencionó hacia la discípula con reproche en sus palabras. — Creí haber mencionado que debían ser más cuidadosos con él ahora. Ten más cuidado la próxima vez.
Dirigió su vista hacia el niño que tenía enfrente, al ver su sonrisa mientras sostenía el dibujo orgulloso de su obra, se sorprendió. No esperaba ver esa expresión en el niño tan pronto. Hace unas horas no podía distinguir otra cosa que no fuera tristeza en el rostro del más pequeño.
— A-Yang, ¿tu dibujaste esto? — habló más suavemente, olvidando por unos minutos que todavía se encontraba con compañía en el salón, más preocupado por mantener el humor risueño del niño.
— Jiang Gege... lo hice para ti, no te enojes por favor— respondió el niño mientras deshacía su sonriente expresión después de haber escuchado el tono con el que se había dirigido a la discípula anteriormente.
Haber presenciado cómo A-Yang borraba su sonrisa lo hizo actuar de forma impulsiva, levantándose de su lugar en el centro de aquel salón, para volver a sentarse esta vez con el niño en brazos, dejándolo sobre sus túnicas.
— Me gusta mucho el dibujo, ¿lo hiciste solo?
— No, Lan Gege me ayudó, ¡él sabe pintar muy bien! — nuevamente en su rostro, A-Yang mostró una expresión alegre, contándole de manera desordenada cómo había logrado llegar a los tonos que quería con la ayuda del Lan.
Jiang Cheng estaba escuchando atentamente las palabras del niño, siguiéndole la corriente a sus explicaciones y olvidando completamente que la doncella Zhou se encontraba presente.
La doncella escuchaba el intercambio con atención intentando hilar las oraciones que el niño soltaba. Al parecer ella no era la única invitada en la secta, había un Lan. Le pareció extraño ya que no estaba al tanto de que el líder de la secta Jiang fuera cercano a alguien de aquella secta. De hecho, había rumores de que el segundo joven maestro Lan, Hanguang-Jun, y él no se llevaban bien llegando a ser sólo cordiales en sus encuentros, algunas veces ni siquiera logrando eso. Dejando eso de lado se preguntó ¿Quién era aquel niño? Portaba túnicas de la secta por lo que podía afirmar que era un discípulo Jiang, pero ¿Por qué era tan cercano al líder de la secta llegando incluso a llamarlo Gege y sentarse en su regazo? ¿El líder Jiang había tenido un hijo?
Decidiendo que debía descubrir más, interrumpió la conversación del niño, haciéndose notar con un sonido.
— Líder de secta Jiang, disculpe la interrupción y el atrevimiento... ¿Quién es este niño tan encantador? — sonriendo con la intención de parecer despreocupada, logró captar la atención de A-Yang, que al dirigir su mirada a ella se quedó observando el color de sus túnicas, muy brillantes.
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El nuevo discípulo de Muelle de Loto
FanfictionJiang Cheng se encontraba tomando el té luego de una cacería, el líder Lan lo había invitado para hablar sobre una reciente pareja Lan-Jiang que había perdido la vida. Sintió repentinamente un jalón en sus túnicas en conjunto de los ruidos inconfund...