Capítulo 18

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 Era casi mediodía cuando Lan XiChen volvió de su cacería fuera de la secta.

— Escribe lo que falta del reporte y vuelve a entregarlo. — mencionó dirigiéndose a uno de los discípulos que estaban en el grupo.

El discípulo se inclinó y recibió la orden, retirándose a pasos largos pero sin llegar a correr. El resto del grupo de discípulos que lo acompañaban se dispersó en distintas direcciones alejándose de la entrada.

Vio acercarse otro discípulo esta vez con libros en los brazos, al reconocerlo, Lan XiChen mostró una sonrisa sincera.

El discípulo devolvió la sonrisa antes de realizar una reverencia.

— Zewu-Jun, bienvenido.

— SiZhui, ¿hace cuánto llegaron?¿está WangJi en la secta?

— Llegamos al amanecer, Hanguang-Jun aún no ha vuelto de la cacería. El maestro Wei mencionó que planeaban tardar un poco más...el resto de discípulos volvieron y realizan los informes correspondientes.

— Ya veo, entonces tendré que esperar para ver a WangJi, si lo encuentras durante el día dile que necesito hablar con él, estaré en el Hanshi.

— Lo haré en cuanto lo vea, no se preocupe. Zewu-Jun. — SiZhui hizo una reverencia y siguió su camino en otra dirección. Lan XiChen lo vio alejarse mientras se dirigía camino a su residencia algo aislada del resto de discípulos y maestros por ser del líder de la secta.

En los últimos días se sentía algo solitario, los discípulos eran demasiado cuidadosos en su presencia... ninguno se atrevía a intercambiar más que algunas palabras con él desde que salió de reclusión. Tanto JingYi como SiZhui estaban ocupados dando clases a otros discípulos y WangJi viajaba de cacería en cacería junto a su alma gemela, no quería importunar en la felicidad de su hermano menor ahora que la había alcanzado.

En el tiempo que tenía luego de terminar de revisar informes de cacerías o contabilidad de la secta, solía tocar alguna pieza en Liebing o meditar, pero últimamente no podía evitar preguntarse qué sería de A-Yang y WanYin en el Muelle de Loto, sus pensamientos se dirigían hacia ellos en cuanto se desconcentraba solo unos segundos.

Extrañaba las respuestas sarcásticas del líder Jiang ante sus comentarios o la sonrisa cargada de orgullo y suficiencia que mostraba en su rostro cuando hablaba sobre su secta y discípulos. Sus pasos que transmitían confianza y su túnica ondeando al caminar. La manera en la que veía a A-Yang cuando este miraba hacia otro lado al notar sus avances. Extrañaba también al niño sonriente que preguntaba por las cosas nuevas que lograba descubrir, emocionándose por igual con cada una de ellas.

El paisaje del lago en Yunmeng... había respondido las cartas de A-Yang, la correspondencia era como un consuelo de alguna forma. Jiang WanYin había enviado los pasteles de semillas de loto a cambio de las hierbas de té que cultivaba ahora en su jardín improvisado, lo dulce de su sabor le recordaba la sensación de comodidad que tenía al conversar con él y ese recuerdo calentaba su corazón.

Sabía que no podía continuar de ese modo, pero ¿alguien podría culparlo por sentir lo que sentía? No era una simple amistad lo que buscaba y lo había entendido demasiado tarde. Recordó también a la doncella Zhou, la forma en la que miraba a WanYin. Esa imagen agrió su humor, no podía hacer nada al respecto.

Se preguntaba cómo podía haberse apegado tanto a un lugar que sólo visitó por unos días. Había pasado bastante tiempo en Lanling y no le había sucedido algo como aquello antes.

Al volver de Yunmeng su tío le había preguntado la razón de su atraso al llegar a la secta, él no supo cómo responder. No quería romper las reglas, pero no podía mencionar la existencia de A-Yang como hijo de Lan Yue. Al no obtener respuesta inmediata su tío dejó de insistir, algo que sospechó solo concedió por su repentina salida de reclusión. En cambio sugirió que supervisara a un grupo de discípulos que estaban muy entusiasmados por ir a una cacería junto a él. Recordó rápidamente que su última cacería había terminado con él en el Muelle de Loto por lo que entendió que quisiera comprobar si podía hacerse cargo de un grupo de discípulos acompañándolos tanto a la hora de salir como de volver a la secta.

El nuevo discípulo de Muelle de LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora