El nuevo discípulo de Muelle de Loto

Capítulo 23

Los discípulos de la secta Lan salían de las clases matutinas cuando se encontraron con aquella escena. La mayoría de ellos no tenía la oportunidad de ver a su líder de secta muy seguido, y mucho menos poder observar de manera tan cercana la sonrisa por la que este Jade era tan apreciado por el mundo del cultivo.

Muchos entendieron al instante por qué los mayores parecían tan afligidos cuando su líder estaba aún en reclusión. También entendieron rápidamente por qué a pesar de ello su puesto en la lista de hombres jóvenes más guapos en el mundo del cultivo había permanecido sin ponerse en discusión.

Lan XiChen llevaba en sus brazos al heredero de la secta Jiang, demasiado ocupado hablando con el menor y sonriendo ante sus comentarios, era totalmente ajeno a la imagen que dejaba atrás.

Nadie quería acercarse al par por miedo a perturbar el bello paisaje que creaban, nadie se atrevía a interrumpir en el encuentro de lo que parecía ser un padre y un hijo. Algunos susurraban sobre lo bien que se le daba sostener al menor y la naturaleza con la que lo hacía, alabando las habilidades que tenía su líder con los niños.

Aunque la mayor parte de los discípulos tenían cosas que hacer como ir hacia sus clases o a sus prácticas físicas, muchos de ellos llevaban un retraso en sus agendas personales por detenerse a observar al par que paseaba tranquilamente por los pasillos y edificios de la secta.

Tal conmoción entre los discípulos llegó a oídos de Lan Qiren, que preocupado por ver si sucedía algún conflicto se apresuró a llegar a la escena sin esperarse encontrar a su sobrino siendo el protagonista.

Lan XiChen sostenía a A-Yang y este a su vez sostenía un conejo.

Lan Qiren sintió su corazón ablandarse. Creyó que no volvería a ver una sonrisa como esa en el rostro de su sobrino mayor. El joven maestro Jiang estaba muy entretenido con el conejo que tenía en sus brazos y la expresión de felicidad en su rostro parecía tan auténtica... confirmó sus sospechas de que esos dos se habían conocido con anterioridad.

— Maestro Qiren, parece que su sobrino es muy cercano al heredero Jiang. — comentó un cultivador que se había acercado a observar al igual que el resto. No parecía demasiado entretenido.

Lan Qiren desvió la vista por un segundo para mirar hacia quien le estaba hablando. Reconociendo en poco tiempo a uno de los ancianos de su secta: Lan Mingfan, decidió ser precavido con sus palabras.

— No sé a qué se refiere, Lan Huan siempre ha estado interesado en enseñar a los discípulos más jóvenes. El Joven Maestro Jiang parece ser muy sociable.

El anciano no tardó en aclarar:— El líder de nuestra secta parece encontrar la convivencia con los niños como una experiencia muy encantadora, es de admirar que decida involucrarse tanto en las relaciones diplomáticas, aunque no estoy seguro de que valga la pena esforzarse tanto con el hijo de alguien más.

Lan Qiren frunció el ceño ante sus palabras, intentó que no se mostrara en su rostro lo que opinaba acerca del comentario.

— A pesar de su salida de reclusión algo reciente, me gustaría creer que nos augura un futuro próspero en sus manos, sucederá siempre que consiga a la cultivadora apropiada para continuar con la línea de sangre. Ya ha pensado en ello, ¿no es así? — agregó el anciano de forma casual antes de volver su mirada sobre las personas en el centro de atención.

Qiren no tardó en comprender la situación, lo que sugerían las palabras de su mayor. No quería imponer la decisión del consejo sobre la vida de su sobrino, al menos quería darle la oportunidad de tener más de una opción, elegir.

Llevando sus pensamientos un poco más allá, notó lo feliz que parecía estar cerca del niño, lo que lo llevó a pensar que tal vez la idea de que su sobrino formara una familia no era tan mala después de todo. Se aseguraría de buscar pretendientes para Lan Huan, debía hacerlo antes de que el consejo tomara la decisión en sus manos. Elegiría entre diez y quince opciones y se las presentaría. Solo esperaba que pudiera ser feliz con alguna.