Capítulo 22

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Al regresar al Descanso de las Nubes ambos tomaron caminos diferentes, uno se dirigió al pabellón de invitados y otro hacia el Hanshi.

Jiang Cheng llamó a la puerta de su sobrino a sabiendas de que se encontraría ahí con él y los juniors con los que compartía cacerías, sólo esperaba no ver a Wei Wuxian dentro. Esperó por una respuesta durante unos segundos, al no obtenerla entró, era muy tarde como para esperar que estuvieran despiertos.

Dentro de la habitación se encontró con una imagen de la que se hubiera reído si no estuviera tan cansado físicamente.

Jin Ling estaba desparramado por el suelo en una posición poco digna para su estatus de líder de secta: los brazos extendidos y las túnicas arrugadas. A su lado estaba Lan JingYi en una postura que se veía muy incómoda, fruncía el ceño en lo que parecía ser un mal sueño y su cinta de la frente estaba un poco torcida. El único que podía considerarse no tan reprochable era Lan SiZhui, que se encontraba con sus brazos apoyados en la cama donde dormía plácidamente el niño que había tomado como heredero.

Sonrió ante la escena, al menos podía confiar en uno de ellos. Ignoró la capa de sentimientos nostálgicos que invadieron su cabeza por los recuerdos de años atrás, cuando aún era un discípulo invitado en la secta Lan. Tomó en sus brazos al niño dormido procurando no despertarlo y se dirigió a su habitación. Llevaría a A-Yang a su dormitorio y se cambiaría las túnicas. Al amanecer tomaría un baño, sentía el cuerpo pesado y no despertaría en ese horario a los sirvientes.

Eran aproximadamente las siete de la mañana cuando terminó de acomodar las túnicas del menor. Escuchó un llamado del otro lado de la puerta.

— Adelante — ordenó con paciencia.

Un discípulo de túnicas blancas avanzó y reverenció.

— Líder de secta Jiang, Zewu-Jun lo invita a usted y a su heredero al Hanshi para compartir el desayuno.

Jiang Cheng enarcó una ceja preguntándose por qué sólo los invitaba a ellos si Jin Ling también se encontraba en el Descanso de las Nubes. Nunca antes había visitado el Hanshi, ¿Por qué esa repentina invitación? ¿Podía ser por la técnica que había experimentado el día anterior?

— Aceptaré su invitación, iremos enseguida. — respondió.

Vio salir al discípulo y se giró hacia donde se encontraba A-Yang aún un poco dormido.

¿Por qué aún no se despertaba por completo? Solía tener mucha energía por lo que era probable que estuviera relacionado con lo que estuvo haciendo el día anterior. Debería preguntar después a Lan SiZhui.

Se dirigió al Hanshi con A-Yang en brazos, el niño había crecido un poco desde que lo había llevado a su secta. Observaba en el camino cómo los discípulos Lan estaban en movimiento, dirigiéndose cada uno a sus clases en filas ordenadas o en grupos. Ese cúmulo de sentimientos nostálgicos que lo atormentaban en cada visita a Gusu volvieron a invadirlo, simuló una mueca mientras caminaba para que nadie se atreviera a acercársele. Por lo visto, eso no fue barrera suficiente para un cultivador de túnicas oscuras que no debería encontrarse despierto a esas horas y que decidió acercarse ignorando su obvia señal de "no molestes".

— ¡Ey! Jiang Cheng, yo- em, quería saber... si quizá...— miraba hacia abajo y el de túnicas moradas se preguntó dónde había quedado la elocuencia tan característica de esa persona en estos momentos.

Era incómodo. Escucharlo hablar sin encontrar las palabras adecuadas, mirar esa actitud nerviosa en la que jugaba con las mangas de sus túnicas apretándolas y soltándolas.

— Wei Wuxian, ve al punto. — Era muy temprano para gritar o enojarse y estaba algo cansado a pesar de haber dormido un poco durante la madrugada. A-Yang estaba muy tranquilo y no necesitaba armar un alboroto antes del desayuno.

El nuevo discípulo de Muelle de LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora