Narra la historia de un mercenario/asesino que en su lecho de muerte jura arrepentirse de cualquier crimen organizado a causa de su equipo y manos. Meses después de su muerte, en la ciudad de Tokio, nacía un nuevo héroe quien atrajo la atención de u...
(Luego de un rato decidi regresar con los demás para disculparme, en especial con Kibe. Al llegar me dijeron que también se había ido ya que necesitaba algo de soledad por su cuenta, así que comprendí y antes de ir con él hablé con todos por lo sucedido.)
-Me disculpo por lo que vieron hace unos ratos, quizás eso los habrá asustado.
-A decir verdad si, pero que buenos golpes le diste a Kibe, no sabía que podías golpear de esa forma.
-No pasa nada, después de todo sus cosas son suyas y las de nosotros nuestras. Pero...si deberías de pensar bien en lo qué haces Elias, al igual que tu Mami.
(Observaba como Mami hacía gestos nerviosos y con mucha culpa, así que para quitarle ese peso de encima me acerque a ella y...puse una mano encima de su cabeza dándole leves caricias. Su cabello era suave y rizado, combinando con el fulgor del ardiente sol dorado, ella levantó la mirada y se quedó quieta ante mi acto.)
-Lo dejaré pasar por esta vez, deja de sentirte más culpable de lo que ya eres y olvida esto. Mira lo que provocas...
-Si abres la boca y dices algo sobre lo que estoy haciendo ahora, considérate muerta, ¿entendido?
-C-Comprendo...
-Lo mismo va para ustedes.
-¡Si señor!
(Hay veces en las cuales debes de ser rudo para que la gente comprenda a lo que realmente se enfrentan, como lo hice yo ahora. Y siempre lo haré en cualquier momento.)
Cambiará el punto de vista, ahora podemos observar cómo Mizuhara de manera detallada analizaba el horizonte delante de sus ojos pensando en lo que Elias le había dicho hace unos minutos, hasta que llegó Kibe y la hizo reaccionar y volver a la costa.
-Hola, Chizuru.
-Oh, ah...Kibe, ¿cierto?
-Si. Disculpa, pero ¿podríamos hablar un momento?
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-Claro...
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