Me estaba alistando para dar la cara por Pantalone, me puse mi traje formal mientras me admiraba en el espejo.
-Eso, Tartaglia, ¿Quién es el más bestia aquí?-decía sonriente mientras me miraba al espejo.
Uno de los Fatui tocó la puerta de mi habitación, que impertinentes, justo estaba en mi dosis diaria de admiración..
-Pasa-dije mientras me arreglaba el cabello. Uno de los soldados entro, hizo una reverencia y se mantuvo cabizbaja mientras me daba la información.
-Buenas tardes, respetable Número Once. El acesor de Pantalone está aquí.
-Vaya, ya era hora-me terminé de abrochar una de mis insignias y me puse mi sombrero característico de soldado de Snezhnaya. Era tedioso tener que usar este traje cada vez que alguien importante quería hacer negocios con los fatui.
Caminé hacia la puerta.
-Puedes retirarte, soldado. Yo me encargaré del resto.
Salí de la Suite y tomé camino hacia el banco del norte. Unos escoltas me acompañaban, algunas personas nos miraban como otras pasaban de largo y no le daban importancia a mi imponente figura, después de todo, muchos de ellos ya estaban acostumbrados a verme todos los días.
Una de las cosas que en verdad me daban dolor de cabeza era tener que hacerme cargo de trivialidades que no favorecían en nada a la madre tierra, Pantalone me debe un favor muy grande después de esto...aunque ni tan grande, después de todo yo solo voy a dar la introducción y luego su asesor se hará cargo de todo.
-Señor, están por llegar-uno de los soldados se reportó, él había hecho seguimiento por todo el camino al carruaje de mi socio, para que llegara bien y no pasara nada.
-Excelente-esbocé una sonrisa, pronto noté cómo un carruaje bastante lujoso se estacionó frente al punto de encuentro acordado, el restaurante Xinyue-Lleven al carruaje al estacionamiento del banco del norte, procuren ser cuidadosos.
-¡Entendido, señor, sí señor!-dos de mis soldados se fueron detrás del carruaje, con una sonrisa y amabilidad dirigieron al chofer en donde tenía que estacionarse. Por otra parte pude atisbar como mi socio o mejor dicho, el socio de Pantalone se bajaba del carruaje, había otra persona más acompañándolo, pero para ser sincero, no pude verle muy bien la cara, ni verle bien, pero algo en esa persona me causaba mucha curiosidad.
Cuando vi a Diluc Ragnvindr, lo que pasó por mi mente fue.
«Un verdadero hombre de negocios» su forma de caminar e incluso la expresión en su rostro hablaba mucho de él. Sin duda alguna, se veía muy profesional.
Di la cara y me presenté cordialmente a él y también a mis soldados, este sonrió de medio lado.
-También es un placer para mi conocerlo, Sr. Ragnvindr-me llevé las manos a la cintura estando sonriente-¿Y qué tal estuvo el viaje?
El contrario suspiró y se cruzó de brazos, sonrió levemente.
-Fue tranquilo, no tuvimos ningún problema en el camino.
-¡Vaya!¡Me alegra oír eso!-dije con cierto entusiasmo, pero, algo había notado.
La persona que lo estaba acompañando, era una chica. Tenía la cabeza baja, su vestimenta era un vestido azul pegado y elegante con unos delicados guantes negros, el cuello del vestido era alto, cargaba un moño muy sofisticado.
«Se ve como una mujer fina, muy fina»
De pronto, la chica alzó su rostro y dio unos pasos hacia adelante, juré que ella diría algo pero, estaba hipnotizado.«¡Era la chica de mi sueño!»
Sus ojos eran como una amatista, eran brillantes y con un color suave y delicado. Sentí un escalofríos por todo mi cuerpo, una sensación electrificante. La chica se me quedó mirando de igual forma, repentinamente sus ojos cambiaron de color, mitad de su iris se tornó de un color ámbar mientras la otra mitad se mantenía de un color violeta, un violeta azulado. «Dios, esto es demasiado extraño» sentía un magnetismo hacia esa mujer, no estaba loco, fue la misma con la que soñé anoche ¿Quizás era una señal?
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Roses| Diluc Ragnvindr
FanficElla era una simple chica enamorada el magnate más codiciado de la ciudad. Esa encantadora mirada y esos ojos carmesíes profundos cautivaron y atraparon su corazón desde la primera vez. ¿Le habrá pasado lo mismo a él? El señor Diluc es conocido por...