𝔈𝔫𝔠𝔲𝔢𝔫𝔱𝔯𝔬𝔰 𝔡𝔢 𝔏𝔲𝔫𝔞 𝔏𝔩𝔢𝔫𝔞

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Este sentimiento era algo familiar, ¿Cuando fue la última vez que le había pasado algo como eso?

Sus ojos se quedaron en blanco al verla irse con un completo extraño.

"Esto es tan familiar...¿Pero a qué me recuerda?"

Se quedó pasmado en el suelo de rodillas unos segundos, los segundos más largos de su vida; se sentía fuera de sí, como si le faltara aire a sus pulmones.

En su mente se quedó grabada la imagen de ______ tomando de la mano a aquel hombre.

Y eso lo hizo regresar tiempo atrás.

Hace años, cuando él tenía apenas 14 años, estaba entusiasmado en la mesa de la cocina creando sus propios anzuelos para poder coger los peces más gordos del lago cerca de su casa, la sonrisa no se eliminaba de su rostro.

Tenía días deseando ese momento, su papá le había prometido ir con él a pescar todo un día de padre e hijo.

Narración de Tartaglia:

¿Qué edad tenía en ese momento? ¿Unos 13 o quizás 14 años? No lo podía recordar. Recuerdo que la punta de mis dedos estaban completamente heladas, era invierno y las nevadas eran más feroces comparada a años anteriores.

Recuerdo que veía desde la ventana a Diario a esperar que las tormentas se calmaran un poco para salir con mi padre.

Me había levantado ese día muy temprano organizando todo, creo que hasta mis manos le salieron ampollas.

Tomé con mucho cuidado los anzuelos y los guardé en una cesta, a mi papá le encantaba el ognev, así que tuve que vender mucho queso, leche y pescado en el pueblo para poder comprarle una botella de la marca que le gustaba.

También hice cazuela ese día y con el dinero que me sobró cociné panecillos para los dos. Mi padre estaba en la sala con sus botas de nieve y una escopeta que dejó en el recibo.

-Padre ¡ya estoy listo!-fui con toda prisa hacia donde él estaba, mi padre se levantó del sillón y se estiró sobre él dejando un bostezo.

Me dio una palmada en la espalda y me sonrió con dulzura, mi padre hasta esos momentos seguía siendo un hombre compasivo y amoroso.

Es graciosa la manera en la que la forma de ver la vida te puede cambiar en cuestión de segundos.

Recuerdo mi nariz rojas, mis orejas frías y mis manos rígidas sosteniendo la caña de pescar, a un lado de mi estaba mi padre, el cual sonreía mientras me veía pescar.

Y esa era la rutina, irme desde temprano al lago con mi padre y regresar a altas horas de la noche; realmente disfrutaba las charlas con él, los anecdotas de sus grandes hazañas de cuando más jóven, el tiempo en el lago se iba volando.

Solamente él, el hueco de hielo, los peces debajo de nosotros y yo.

Pero ese día fue diferente al resto.

Mis hermanas no iban mucho de visita, ya que eran lo suficientemente mayores como para vivir solas, una de ellas en ese tiempo tenía pareja. Tonia apenas tenía 1 año y bueno, Teucer aún no pensaba nacer.

-Agarraste uno bien gordo esta vez, Ajax. Estoy muy orgulloso de ti-me dio unas palmadas en la cabeza mientras sonreía con auténtico orgullo mientras yo cargaba con ambas manos el gran pez que había obtenido.

-¡Padre, de verdad no aguanto la emoción, necesito mostrarselo a madre! ¿Crees que le guste?

-Por supuesto, campeón. Después de todo, es el pez más grande que has podido atrapar-su sonrisa era un consuelo para mi alma, ah... Aquellos tiempos de inocencia y ternura...

Roses| Diluc RagnvindrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora